SANJURJO SACANELL, JOSÉ
SANJURJO SACANELL, José
(Pamplona, 1872-Cascaes, Portugal, 1936) General español hijo del coronel de caballería carlista Justo Sanjurjo* y de una Sacanell, hija y hermana, a su vez, de distinguidos militares del mismo campo. Ingresó como alumno en la Academia General Militar en 1890 y en la de Infantería en 1893. Tomó parte en la guerra de Cuba (1895-1898), durante la cual ascendió a teniente por méritos, (1896) y a capitán (1898). Tomó parte también en las campañas de Marruecos, durante las cuales ascendió a comandante (1909), teniente coronel (1914), coronel (1916), general de brigada (1920), general de división (1922) y teniente general (1925).
Destinado a Melilla en los días que siguieron al desastre militar español del 21 de julio de 1921, tuvo que intervenir en los momentos más duros de la guerra, efectuando operaciones muy difíciles, acaso ninguna como la toma del famoso Gurugú, que llevó a cabo en una magnífica maniobra.
Al producirse el golpe de estado de Primo de Rivera (1923), Sanjurjo era gobernador militar de Zaragoza. Después volvió a ser destinado a Melilla, para ocupar esta Comandancia. Era ya uno de los militares más distinguidos y populares en el ejército español. En esos años de la Dictadura culminó también su carrera militar con sus actuaciones en el desembarco de Alhucemas, que puso fin a la contienda norteafricana. Por todas ellas recibiría la cruz laureada de San Fernando, el título de marqués del Rif y, en mayo de 1926, de marqués de Monte Malmusí.
Proclamada la República en 1931, el nuevo Gobierno lo nombró director general de la Guardia Civil y, después, director de carabineros.
El 10 de agosto de 1932, descontento con la marcha de los acontecimientos, se sublevó en Sevilla contra el gobierno republicano, pero el movimiento fracasó y fue procesado y condenado a muerte, pena que se le conmutó por la reclusión perpetua en el penal del Dueso, y después, por la de destierro. Consecuentemente, se trasladó a Portugal el 21 de abril de 1934, y desde allí mantuvo contacto con otros elementos civiles y militares que se disponían a promover una nueva rebelión contra el gobierno. Comprometido a acaudillar el alzamiento de 1936, del que era su principal dirigente, intervino activamente en los trabajos conspiratorios, dirimiendo personalmente las cuestiones surgidas entre la junta carlista de Navarra y el general Mola. Murió en un accidente de aviación, cuando se disponía a dirigirse a Pamplona para ponerse al frente del movimiento. La avioneta pilotada por el aviador Juan Antonio no pudo despegar debido al peso que llevaba y se estrelló contra una tapia, incendiándose seguidamente y pereciendo el general carbonizado. Por decreto de 20 de octubre de 1939 se le confirió el empleo de capitán general con antigüedad del día de su muerte. Sus restos reposan en el monumento a los muertos de la guerra sito en Pamplona. El mismo año de su muerte se colocó en Pamplona un monumento a su memoria, retirado en 1988.
Bibliografía
J. M.ª Carretero Novillo: El general Sanjurjo. Su vida y gloria (Madrid, 1940), Sanjurjo, caudillo y víctima (Madrid, 1932); E. Esteban-Infantes: Apuntes para la Historia. La sublevación del general Sanjurjo (Madrid, 1933), Un laureado en el penal del Dueso (Barcelona, 1957); C. González Ruano: Sanjurjo (Una vida española del novecientos) (Madrid, 1933); J. Pérez Madrigal: El general Sanjurjo a presidio (Madrid, 1955).