PIEDRA, ARRASTRE DE
PIEDRA, arrastre de
Modalidad de deporte rural* vasco que consiste en arrastrar piedras elaboradas para dichos fines, a la máxima distancia posible, en base de la fuerza de tiro o tracción de los animales.
Las pruebas se celebrarán en probaderos debidamente construidos para dichos fines. Al comenzar la prueba, la piedra a arrastrar deberá hallarse de forma que su parte posterior tape o cubra una parte de la cinta o franja que obligatoriamente deberá contar todo probadero. Las piedras deberán disponer de un orificio en su parte delantera para pasar la cadena y colocar el pasador.
Se considera que los actuantes han realizado o cubierto una plaza (clavo) en el momento en que la parte delantera de la piedra tape un fragmento o totalidad de la cinta del lado opuesto al de salida. La piedra a arrastrar deberá deslizarse sin salir de las franjas exteriores del probadero. Si la vertical de alguna parte de la piedra a arrastrar saliera de las franjas exteriores, se habrá producido el llamado “ustel” y en este caso, los actuantes deberán retroceder con la piedra hasta que la mole, en su totalidad, se sitúe más atrás que el punto en que se hubiese registrado la salida de la piedra. No se exigirá esta condición cuando la parte delantera de la piedra hubiese llegado a la cinta final del probadero.
También se considerará “ustel” cuando toda o parte de la sobrecarga que suele llevarse sobre la piedra, se caiga al suelo, no pudiendo ser transportada hasta la piedra por los carreteros bajo ningún concepto, sino que la piedra debe retroceder hasta donde el Juez de cancha indique (como un “ustel” ordinario) y entonces sí, los carreteros deberán acondicionar la carga sobre la piedra como es debido.
En el caso especial de gizon-proba el actuante por sí solo deberá levantar la carga desprendida sobre la piedra, sin ayuda de nadie y en el caso de no poder hacerlo se dará validez a la marca realizada hasta el momento de la pérdida de la sobrecarga. En el arrastre con vacas, si se trata de ganado solitario “uztarri bakarrean”, deberán llevar varas lisas. Es decir, no se podrá colocar ningún agarradero en las varas.
Caso de avería se contarán como tales, el yugo, la pértiga o varas y cadena. Para su reparación podrán disponer de un tiempo máximo de 10 minutos. Pasado este tiempo, bien en una reparación o en varias, se contará que transcurre el tiempo de la apuesta. En todo caso, los participantes deberán depositar obligatoriamente en la mesa federativa un yugo de repuesto y 4 aguijadas (akullus). Por su parte los organizadores depositarán como repuestos una pértiga o varas y cadena. Tan pronto como se rompa alguno de estos utensilios deberán depositar otro repuesto al objeto de que en ningún caso se queden a falta de los mismos.
Las averías serán reparadas por los arreadores. Ahora bien; en las pruebas por parejas de bueyes, especialmente cuando se produce la rotura del yugo, se permitirá por norma general, a las tres personas. Por tanto, si están actuando dos arreadores podrán contar con la colaboración del relojero-enseñador y en su defecto con la del dueño del ganado o “uztargille”. En las averías que se produzcan durante la actuación de animales solitarios (uztarri motzean), serán necesarias dos personas para proceder a la reparación de la avería. Si el Juez de Plaza estimara que es conveniente que durante la reparación intervengan más personas que las señaladas, debido a que alguno de los animales sea peligroso u ocurra otra circunstancia especial, se podrá autorizar que colaboren más personas que las especificadas.
Se podrán colocar tiradores en la cabecera del ganado, siempre que los mismos no sobresalgan en 30 centímetros. Los arreadores no podrán utilizar ganchos y utensilios similares. Los arreadores podrán utilizar los akullus que estimen convenientes, siempre que el aguijón o pincho no exceda de 11 milímetros.
No se podrá golpear con fuerza al ganado. Sólo se permitirá golpear de manera suave y de no hacerlo así se dará un aviso y si reincide expulsión de la plaza. En concursos no podrá participar en la misma competición ningún ganado que hubiere ya participado anteriormente, aunque figurase a nombre de distinto propietario.
En las pruebas de arrastre de piedra por ganado asnal o caballar, se permitirá colocar agarraderos o tiradores en las varas, siempre que los mismos no sobresalgan en 20 centímetros. En todo caso se permitirá en cada lado de la vara un solo agarrador o tirador. En esta clase de pruebas, sí podrán los arreadores utilizar ganchos fijos, pero no ganchos articulados. Para efectos de averías se contarán: el collarín, las varas o cadenas y la correa que une el collarín con las varas.
En el arrastre de piedra por hombres (gizon proba), los que actúan en esta modalidad realizarán su esfuerzo para arrastrar de alguna de las siguientes maneras la piedra: de la misma forma en que actúan los arreadores en las pruebas de ganado vacuno; es decir, empujando o tirando de los agarraderos que llevan las piedras, sin utilizar utensilio alguno. Y tirando de la cadena con pasador que se coloca en todas las pruebas de arrastre de piedra.
En las pruebas de gizon-proba, el enseñador-relojero podrá caminar a la vera de los actuantes en lugar de permanecer en una de las cabeceras del carrejo. Su misión se limitará a aconsejar, ya que le está totalmente prohibido facilitar otra clase de ayuda. No podrá tocar a los participantes ni a la piedra durante el tiempo de la prueba. En la primera ocasión que infringiere este precepto será amonestado y si reincidiera podría ser expulsado del carrejo.
El botillero podrá ayudar al atleta en el caso de que haya de efectuar éste el cambio de cinturón, por rotura total o parcial del mismo que dificulte el normal rendimiento del actuante.
Las mediciones de las distanciar recorridas por la piedra en plazas o clavos incompletos se ajustarán a las siguientes normas:
Cuando el juez árbitro señale el final de la prueba por haber llegado el tiempo establecido, el juez de plaza señalará con un bastón o palo el lugar donde se encontraba en aquel momento la parte más lejana de la parte delantera de la piedra.
Se contarán las cintas recorridas desde el comienzo de la plaza o clavo y se medirá la distancia existente entre el centro de la última cinta recorrida y el lugar señalado por el juez. El trabajo efectuado se dará en plazas, cintas y metros.
Para que sea medido el trabajo parcial de una plaza, será necesario que se haya comenzado a realizar una nueva plaza y que la parte delantera de la piedra haya abandonado la cinta.
En caso de producirse un empate, el título corresponderá a quien ha actuado en primer lugar, dividiéndose por mitades el premio en metálico.
Durante la celebración de pruebas de arrastre de piedra, se permitirá la colaboración de un enseñador-relojero, al objeto de que aconseje a los arreadores sobre el ritmo a seguir, el lugar por donde conviene que se arrastre la piedra, etc. Estos enseñadores podrán animar a los actuantes, pero en ningún caso podrán llamar la atención de los animales mediante gestos y movimientos. Los enseñadores permanecerán en una de las cabeceras del carrejo que les será señalado y no podrán moverse de dicho lugar hasta que finalice la prueba. Excepcionalmente, en las pruebas de gizon-proba, podrá el enseñador-relojero caminar a la vera de los actuantes. No podrán efectuar apuestas siendo objeto de sanción federativa si así lo hicieren.
El pesaje de los animales, en el supuesto que tuviesen que actuar bajo un peso determinado, se llevará a efecto en presencia del juez o de la persona en quien éste delegue.
Las sobrecargas se calcularán, siempre que no se establezca otra cosa, en la siguiente proporción:
En ganado vacuno: al peso real se deducirá el peso establecido y la diferencia, si la hubiere, se multiplicará por el coeficiente 1,5.
En ganado asnal y caballar: al peso real se deducirá el peso establecido y la diferencia, si la hubiere, se multiplicará por el coeficiente 1,0.
Dichas sobrecargas deberán colocarse sobre las piedras y obligatoriamente por dentro de los agarraderos que llevan las piedras. Las sobrecargas estarán compuestas normalmente por sacos de arena. Se colocarán sacos de 100 kg y las fracciones que no lleguen al ciento en saco aparte.
En las apuestas o desafíos quien actúa en segundo lugar concluye su trabajo en el mismo momento que haya superado la marca de su contrario. En el supuesto de que el primer participante hubiese realizado un número determinado de plazas (40 justas, por ejemplo) el segundo participante para resultar vencedor deberá realizar el mismo número de plazas y comenzar la realización de una nueva plaza consiguiendo que la parte delantera de la piedra abandone la cinta de llegada. Si desea continuar hasta concluir el tiempo estipulado deberá anunciarlo antes del comienzo de su actuación. Si saliere de la plaza la piedra, antes de volver a arrastrarla deberá pararse un instante sobre la línea de salida.
El que actúa en segundo lugar, aun cuando materialmente no pudiera realizar el trabajo de su opositor, está obligado a seguir trabajando con toda normalidad y deportividad hasta completar el período de su trabajo.
Si no se especifica lo contrario en las cláusulas de los contratos o reglamentos, la duración de las pruebas será de 30 minutos.
Es obligatoria la asistencia de una cuadrilla de limpieza durante la celebración de las pruebas y la misma se encargará de recoger el excremento de los animales. En caso de que hubiese caído excremento al carrejo, se encargarán de limpiarlo convenientemente, bajo las indicaciones del juez de plaza.
Cuando se trata de animales peligrosos se podrá permitir que lleven vendados sus ojos, que tengan colocado el anillo de seguridad en sus fosas nasales o que vayan atados con una cuerda por alguna de sus patas. Pero todos estos sistemas de protección deberán quitarse antes de que comience la prueba.
Si en el transcurso de una prueba, se accidenta un arreador y no pudiera seguir participando, continuará en solitario su compañero. Si la yunta quedase sin arreador se considerará que dicha yunta ha realizado en 30 minutos el trabajo que hasta entonces hubiese realizado. Por analogía, si se accidentara uno de los animales y resultara imposible seguir arrastrando la piedra, se considerará que dicha yunta ha realizado en 30 minutos el trabajo que hasta entonces hubiese realizado.
Por norma general, en pruebas de arrastre la piedra por ganado vacuno, el tiempo que transcurrirá entre el momento en que un participante concluya con su actuación y el comienzo del otro participante, será de 15 minutos (con la piedra colocada en el lugar de salida).