OBRAY, ESTEBAN DE
OBRAY, Esteban de
Maestro sillero y entallador de origen francés que desempeñó un papel decisivo en tierras navarras en el paso del Gótico al Renacimiento. Vinculado por lazos familiares y artísticos con escultores renacentistas de Aragón -Yo ley y Moreto- fue el propagador de las formas renacentistas aragonesas en Navarra.
A través de su obra documentada puede seguirse la evolución estilística del maestro francés desde el Gótico flamígero de sus primeras obras hasta las últimas plenamente italianizantes.
Su primera obra documentada fue la sillería del coro de la catedral de Tudela (1517-1522) encargada por el deán Villalón de Calcena, importante personalidad eclesiástica de la época, que había sido familiar del Papa Julio II en Roma. Para hacer esta obra el maestro se estableció en Tudela donde nacieron algunos de sus hijos. La sillería es de estilo gótico-flamígero; los respaldos se decoran con tracerías y ramajes vegetales que tienen incorporados diversos animales. Una crestería calada culminada por pináculos remata la obra, elevándose sobre la silla del deán una gran aguja calada. Flanquean esta silla algunos motivos renacentistas como los medallones con los bustos de Villalón y del papa Julio II, e incluso, aparece el grutesco decorando el atril. Este motivo decorativo se impone ya en la reja de madera que cierra el coro, algunos años posteriores a la sillería.
Tras esta obra se trasladó a Calatayud para realizar la portada de la colegiata de Santa María y desde allí contrataría el retablo de Cintruénigo, que trazó siguiendo el modelo aragonés de retablo renacentista pero que no llegó a realizar; en 1530 lo traspasó a Guillén Obispo*.
También siguió la traza aragonesa en el retablo mayor de San Juan Bautista de Burlada, trasladado al Museo de Navarra, obra documentada del artista. Consta de un banco con hornacinas, que albergan pequeños grupos de la Pasión, y un cuerpo con esbeltos balaustres que deja en su centro una hornacina para el santo titular, en tanto el resto del retablo se reserva a pinturas.
Sin duda, su obra de mayor importancia es la sillería del coro de la catedral de Pamplona, repartida entre ese templo y la capilla del Museo de Navarra. Según demuestra la documentación el artista se hallaba al frente de la obra en 1540 ayudado por varios colaboradores entre los que se encontraban Guillén de Holanda, quien había trabajado con Andrés de Nájera en el coro de San Benito de Valladolid y con otros colaboradores en las sillerías de Santo Domingo de la Calzada y de la catedral de Calahorra. La intervención de Holanda en el coro de Pamplona incorpora la influencia de los focos castellanos a la aragonesa representada por Obray. La síntesis de ambas corrientes hace a esta obra pieza muy interesante en el desarrollo del Renacimiento navarro. En oposición a Tudela, triunfa en el coro de Pamplona el grutesco y la decoración italiana de la que se encuentra un completo y variado repertorio. Los respaldos de las sillas están ocupados por profetas, apóstoles, santos y santas de cuerpo entero y acusado frontalismo en relación con las sillerías de Guillén de Holanda.
Con posterioridad a esta obra realizó la sillería del coro del Pilar de Zaragoza, cambiando en este caso de colaboradores. Estos fueron Nicolás Lobato y Juan Moreto, quienes debían de ser los responsables del italianismo puro del conjunto; en los respaldos, las escenas sustituyen a los santos aislados.
Bibliografía
J.R. Castro, Cuadernos de Arte Navarro. (Pamplona, 1949), p. 16. Ídem, Escultores Navarros: Esteban de Obray, “” (1944), p. 17-39. M.C. García Gainza, M.C. Heredia Moreno, J. Rivas Carmona, M. Orbe Sivatte, Catálogo Monumental de Navarra I Merindad de Tudela, (Pamplona, 1980), pp. 266-268.