LAGUNA DE DEPURACIÓN
LAGUNA DE DEPURACIÓN
Procedimiento de depuración de las aguas residuales del tipo “natural” o extensivo, consistente en conducir aquéllas a lagunas naturales o, más comúnmente, artificiales, de gran superficie y pequeña profundidad, no superior en general a 1,20 metros, donde circulan muy lentamente, permaneciendo decenas de días, tiempo en el que se van produciendo los procesos de depuración de las sustancias contaminantes similares a los que tienen lugar en una corriente o cuerpo de agua natural, a los que contribuye la biomasa de organismos presentes en el agua.
El sistema tiene la ventaja, frente a los sistemas intensivos usados en las plantas de depuración convencionales, de que el consumo de energía artificial es pequeño o nulo, confiándose la agitación y mezcla en el seno del agua a la acción del viento y de las corrientes de convección y la aportación de oxígeno, necesario para la descomposición de la materia orgánica, a la reaireación atmosférica y a la función clorofílica de las algas que se desarrollan en las lagunas. Presenta, sin embargo, el inconveniente de que requiere grandes superficies de terreno, del orden de 1 hectárea por cada 1.000 habitantes, si se trata de una instalación de tratamiento de aguas residuales urbanas. Las características de estos sistemas, su simplicidad y ausencia de órganos mecánicos, los hace especialmente adecuados al medio rural, sobre todo en aquellas zonas de radiación solar intensa. Aquellas lagunas aireadas, y aquellas otras en las que no existe vertido final se llaman balsas de evaporación.
Se clasifican en aerobias, aquéllas en que existe oxígeno disuelto en todo su volumen; anaerobias, en las que no existe oxígeno, y facultativas en las que se da una zona superficial aerobia y una zona de fondo anaerobia; estas últimas son las más frecuentes.
Suelen construirse con diques impermeables de tierra y disponerse varias en serie para mejorar la calidad del agua efluente. A pesar de que este tipo de instalaciones de depuración se utilizan en el mundo desde hace muchos años y que en gran parte de Navarra se dan condiciones favorables para su implantación -núcleos rurales, disposición de terrenos, buen soleamiento- apenas existen en la provincia lagunas de depuración de vertidos domésticos y pocas de vertidos industriales. (Agua*).