ITÚRBIDE, MIGUEL DE
ITÚRBIDE, Miguel de
(Garzáin, ?-Madrid, 1648). Militar descendiente de familia noble del Baztán que, durante el siglo XVI, había ejercido el cargo de “capitán a guerra” del valle. Muy pronto sentó plaza en el ejército de Flandes y ascendió rápidamente por méritos de combate. De vuelta a Navarra, sirvió como espía del virrey en el Bearne. Todo ello le granjeó las alabanzas de la Junta de Guerra y la recomendación favorable del conde-duque de Olivares. En 1635 obtuvo un “acostamiento” o pensión de 30.000 maravedíes anuales, a la vez que se iniciaba el proceso para obtener un hábito de la orden militar de Santiago. En 1636 participó en la fracasada expedición de Labourd*, mandada por el virrey marqués de Valparaíso*, Francisco González Andía, donde se destacó y ascendió a capitán. También tomó parte, en 1638, en el socorro de Fuenterrabía* y en la guerra de Cataluña, donde fue herido. Su carrera militar culminó con la elección, en 1643, como regidor cabo del burgo de San Cernin y diputado por la ciudad de Pamplona en las Cortes de 1644.
En aquellos años de graves tensiones en toda España -secesión de Portugal, rebelión de Cataluña, guerra con Francia- aumentó enormemente la presión del gobierno central sobre Navarra, exigiendo del reino más hombres y más dinero que nunca. Parece que Itúrbide personificó las resistencias y protestas forales en las Cortes, de la Diputación y de la ciudad de Pamplona. Quizás, con el ímpetu del militar nato, Itúrbide se excedió cuando, en nombre del reino, protestó ante Felipe IV* por los humillantes castigos que el virrey, conde de Oropesa*, había infligido a unos navarros desertores del ejército de Cataluña. Se consiguió remover del virreinato al odiado Oropesa, pero la visita a Pamplona de Felipe IV, en mayo de 1646, no consiguió calmar los ánimos. Parece que Itúrbide pagó como “cabeza de turco” de una supuesta y nunca probada conspiración que, con la ayuda de Francia, pretendía separar Navarra de la Monarquía española. Fue llamado a Madrid a finales de 1646 y retenido en la corte, sin explicación alguna, durante todo un año. Empezaron entonces a correr rumores de que estaba implicado en una conjura separatista. Estos rumores se basaban, al parecer, más que en hechos, en la experiencia de lo sucedido en Andalucía y en Aragón, a lo que se sumaba la actitud reticente de Navarra ante las recientes imposiciones fiscales y militares y, quizás, algunas palabras destempladas de Itúrbide.
De nada valieron las protestas formales de la Diputación y del regimiento de Pamplona. Itúrbide murió misteriosamente -al parecer ajusticiado tras juicio secreto- casi en las mismas fechas que Padilla y Silva, los dos encausados por la conjura del duque de Híjar en Aragón.
Bibliografía
J. Gallastegui, Navarra en la etapa crucial de la Montaña española 1644-1648 (D. Miguel de Itúrbide). Memoria de Licenciatura, (Pamplona, 1962).