INMIGRACIÓN
INMIGRACIÓN
Establecimiento en Navarra de personas originarias de otros territorios. Durante los quinquenios comprendidos entre 1941-45 y 1976-81 Navarra arrojó saldos negativos (migración neta medida en tanto por ciento), excepto en los de 1961-65 (0,84 %), 1966-70 (3,44 %) y 1976-80 (0,93 %). Dos tipos de procesos explican el cambio experimentado por una región de tradición migratoria: el proceso de industrialización que se inició en el segundo quinquenio de los cincuenta y desplegó durante los años sesenta; y la aparición, durante los últimos años de la inmigración, de rechazo por causa de la crisis, con el consiguiente retorno de emigrantes a Navarra.
La medición espacial proporcionó en 1975 los siguientes resultados. El total de nacidos fuera de Navarra sumaba 95.252 personas, equivalentes al 19,66 % de la población total. En el conjunto de inmigrantes, un 57 % (54.976) se instalaron en la Comarca de Pamplona, un 17 % (16.153) en la Ribera occidental, y un 10 % en la Navarra del Noroeste (9.632). En las comarcas restantes, las cifras de nacidos fuera de la Comarca oscilaban entre los 4.000 y los 5.000, excepto en los valles pirenaicos con un mínimo de 877. En los últimos casos, la inmigración se hallaba muy localizada -cabeceras comarcales, municipios industrializados- y, por supuesto, son comarcas, en las que los saldos migratorios son negativos desde hace varias décadas.
Obviamente, la comarca donde el porcentaje de inmigrantes resultaba mayor era la Cuenca de Pamplona en las Cuencas prepirenaicas: únicamente el 50,77 % habían nacido en el municipio de nacimiento, y el resto se repartía entre un 25,20 % (57.681) de nacidos en las restantes comarcas navarras, y un 24,02 % (54.976) fuera de Navarra. En la Navarra húmeda del Noroeste (21,09 % nacidos en otras Comarcas -11.023- y 18,43 % -9.632- fuera de Navarra) el proceso de industrialización explica la relativa importancia de los llegados de fuera. Lo mismo ocurre en la Ribera oriental (7,85 % de nacidos en el resto de Navarra -6.718- y 18,87 % -16.153- nacidos fuera), lo que se debe a la atracción ejercida por la industria conservera que a pesar de emplear inmigración estacional acaba fijando a una parte de los llegados. En la Ribera occidental los nacidos en el resto de Navarra responden a porcentajes más elevados (19,37 % -7.343-) que los foráneos (12,88 % -4.881-), debido a que la industria exógena atrae directamente al empleo comarcal procedente del agro.
Respecto al origen de los inmigrantes nacidos fuera de la provincia el Censo de 1970 proporciona mayor número y porcentaje (18.162, 19,07 %), seguida de cerca por Andalucía (14.386 y 15,10 %). Ambos grupos suponen un 6,72 de ese 19,68 % de población inmigrada existente en 1970. En un tercer puesto se encuentra el País Vasco, con un 13,62 % y 12.977, lo que se explica por la presencia e iniciativa consiguiente de empresas, técnicos y obreros de origen sobre todo guipuzcoanos, en especial en el Área Metropolitana de Pamplona, la Barranca y Tafalla. Aragón (11,63 % y 11.079) y Rioja (10,23 % y 9.747) más Extremadura (7,89 % y 7.523) siguen a continuación. Después se produce una inflexión hacia abajo representada por Madrid y Cataluña (3,43 % y 2,73 %); profesionales y funcionarios en el primer caso, y vinculaciones industriales y comerciales en el segundo. Son significativos también los porcentajes de castellano-manchegos (2,57 %) y asturianos (1,65 %), estos últimos en relación prioritaria con una determinada empresa (Potasas de Navarra). Es notorio el porcentaje de extranjeros (0,06% y 5.774). Como en el caso de Cataluña y el País Vasco se trata de una inmigración selectiva, la más cualificada entre todas al estar constituida mayoritariamente por técnicos y profesionales de la empresa.
La composición demográfica y social de la inmigración, medida entre 1961 y 1968, etapa que registró el máximo de entradas (75.959), es la siguiente. Predominaba la población madura (entre 25 y 54 años) equivalente a un 46,3 %; seguían los menores de 15 años. Destacaban los obreros (26,9 % del total de inmigrantes, un 72 % del total de activos), distribuidos a partes iguales entre los cualificados y no cualificados. Los empleados suponían un 3,55 % y los profesionales un 3,53 %, los subalternos y empleadas del hogar un 2,28 %, y los empresarios y ejecutivos un 0,83 %. (Población*.)