IMBERTO, PEDRO
IMBERTO, Pedro
Entallador; fue el heredero de su padre aunque por poco tiempo, pues su vida fue breve. Colaboró con él en los retablos de Abárzuza y de Salinas de Oro. En 1597 contrató la sillería del coro de Allo comprometiéndose a seguir la traza diseñada por Anchieta. De las veintiún sillas de que se componía, nueve están en el presbiterio de la parroquia y diez en la sacristía. Los tableros de las sillas llevan figuras de cuerpo entero que representan apóstoles, Papas -San Gregorio- y diáconos en un mediorrelieve que trabaja los pliegues dejando amplios espacios lisos y da fuerza a las cabezas, intensificando los gestos. Esta escultura de calidad parece de mano de Bernabé Imberto cosa posible dado que Pedro Imberto no tuvo más que un año de vida después de contratarla. Murió en 1598. Biurrun atribuye al entallador el retablo de Ganuza que se relaciona con el de Abárzuza. Es obra suya, en su mayor parte, el retablo de Murugarren que fue terminado por su viuda, Ana Barón. (Imberto, los*).