GASODUCTO
GASODUCTO
Tubería metálica de gran diámetro para conducción del gas hasta los centros de consumo. Navarra cuenta desde 1989 con una conexión a la red principal (Barcelona-Valencia-Vascongadas). El gasoducto de transporte arranca de Calahorra con una longitud total de 76 kilómetros, de los que 69 km son territorio navarro. Sigue la ruta Azagra, Funes, Peralta, Tafalla, Pamplona. En la capital cuenta con un semianillo que suministra a su zona de influencia. Si a la conducción principal se le añade el ramal que, partiendo de Tafalla, llega a Estella por Allo, así como las redes de distribución, la longitud de las instalaciones alcanza los 159 km, variando el diámetro de las canalizaciones entre 8 y 4 pulgadas.
El gas natural se introdujo en España en 1969, mediante la planta de regasificación de la Empresa Nacional del Gas (ENAGAS) situada en Barcelona y la red de distribución que lo lleva a Valencia y País Vasco. En 1976, la Administración Foral inició gestiones para la inclusión de Navarra en la red de abastecimiento general. En junio de ese año acordó participar en una sociedad mercantil para la distribución del gas natural que se derivaría del gasoducto que se preveía iba a pasar por Tudela. (Gas Navarra, S. A.*). Dicha empresa adquirió en junio de 1978 el proyecto de distribución, que se había encargado en 1977 a la empresa de Ingeniería Serelend, y el plan de normalización de redes, realizado por Sofregaz, S. A.
Mientras tanto, en 1985 la Comunidad Foral continuaba sin suministro de gas natural con excepción de Tudela, que se abastecía directamente de la Red Nacional de Gasoductos de Transporte (RNGT) que cruzaba por su término. Así mismo, la factoría de Seat en Landaben recibía gas licuado por medio de camiones cisterna desde la planta de regasificación de Barcelona. El trazado de la antena principal de suministro a Tudela se iniciaba en el cruce de la carretera a Logroño con la de Corella. Disponía de cuatro estaciones de regulación; la presión máxima de trabajo era de 4 kg/cm2.
El 12 de junio de 1985, el Gobierno de Navarra aprobó un proyecto de protocolo de colaboración con ENAGAS para la construcción del gasoducto de 8 pulgadas a Pamplona. Aunque estaba previsto que la instalación entrara en funcionamiento el 1 de enero de 1988, las obras se prolongaron durante todo el ejercicio. La inversión prevista era de 2.800 millones de pesetas, de los que 2.000 millones serían aportados por la empresa nacional y 800 por el Gobierno de Navarra. La puesta en operación de las instalaciones supuso para la empresa del gas unas inversiones totales de 3.000 millones de pesetas.
Según las previsiones de implantación y ventas realizadas, Navarra contaba en su uso industrial con un mercado captable cifrado en 807 millones de termias. Las previsiones de ventas para 1993 se estimaban en 776 millones de termias, de las que 650 corresponderían al mercado industrial y el resto al consumo doméstico y comercial. El objetivo final era un suministro de gas a la Comunidad de 1.000 termias, lo que en 1989 representaba el 2% del consumo total de gas natural en España.
El trazado del gasoducto se decidió a la vista de la mayor rentabilidad económica. Se pretendía atender la demanda potencial de 29 industrias en el núcleo industrial de Pamplona y otras 29 en las restantes zonas de influencia del gasoducto; polígonos industriales de San Adrián, Tafalla, Ribaforada-Buñuel y otras zonas de la Ribera del Ebro, así como el suministro doméstico de Tudela. Se estimaba que las necesidades globales de gas en Estella, Sangüesa y Aoiz eran mínimas y en algún caso nulas. Su trazado por la zona de Irúrzun-Alsasua-Ciordia, con un mercado potencial de 72 millones de termias repartidas entre 14 empresas, tampoco era viable. Un núcleo industrial importante como era el de Laminaciones de Lesaca, en el Noroeste, podría abastecerse de gas licuado por carretera, en tanto no fuera construido un ramal a Irún. (Energía*).