GARCÍA SÁNCHEZ III EL DE NÁJERA
GARCÍA SÁNCHEZ III el de nájera
(1016? – Atapuerca. Burgos, 1.9.1054). Rey de Pamplona, hijo de Sancho Garcés III el Mayor y su esposa Munia o Mayor. Fue educado por el noble Fortún Sánchez y en vida de su padre desempeñó algunas funciones públicas en tierras de Pamplona y Nájera. Como primogénito legítimo recibió, junto con el título real, los dominios patrimoniales de la monarquía, aunque las rentas del condado de Aragón, entre otras, se reservaron a su hermanastro Ramiro, bajo la soberanía, más o menos efectiva, de García. En los primeros años de su reinado apoyó a su hermano Fernando, depositario del condado materno de Castilla, en sus discordias con Bermudo III de León. La derrota y muerte de este soberano en los campos de Tamarón (1037), elevaron a Fernando sobre el trono leonés, al tiempo que García se hacía cargo de las mandaciones de la “Castilla Vieja” (Castella Vetula), parte de la herencia de su madre. Las discordias entre las dinastías de taifas le permitieron lanzar correrías por tierras zaragozanas y, finalmente, la reconquista de Calahorra (30.4.1045), con la colaboración de Ramiro a quien, sin embargo, se había enfrentado probablemente en la llamada “arrancada” de Tafalla (ca. 1043). Desde entonces, y junto con el conde de Barcelona practicó una política de explotación económica de los régulos Hudíes de Zaragoza, a quienes garantizó la paz a cambio de la percepción de “parias” o tributos. Este drenaje de moneda de metales preciosos hizo posible quizá la edificación de Santa María de Nájera, sede predilecta entonces de la monarquía.
Se mantuvo la actitud de cordialidad y hasta cierta dependencia por parte de Ramiro de Aragón, pero se deterioraron cada vez más las relaciones con Fernando. El desasosiego de la nobleza viejocastiellana de arraigo leonés y ligada ahora a Pamplona, y la inscripción de su tierra en la diócesis de Nájera, debieron de contribuir a la ruptura entre los dos monarcas. De esta suerte se llegó al enfrentamiento armado y el pamplonés fue derrotado por el ejército de su hermano en los campos de Atapuerca. Los ecos de la batalla alcanzaron luego dimensiones legendarias. En la ulterior trayectoria de los reinos hispano-cristianos no se podía entender que el primogénito García hubiese recibido la parte menor de la supuesta herencia paterna y que se hubiese llegado hasta la guerra fraticida. Por ello, las crónicas castellanas, y fundamentalmente la Historia Silense iban a imaginario un siglo después como un hijo indigno que habría acusado injustamente a su madre de adulterio e intentado, más tarde, arrebatar a su hermano el reino castellano-leonés. De sus nupcias (1038) con Estefanía, hija del conde Bernardo Roger de Foix, nacieron cuatro varones; el sucesor Sancho Garcés IV*, Ramiro*, Fernando* y Ramón*, y cuatro mujeres, Urraca*, Ermesinda*, Jimena* y Mayor*. Tuvo igualmente tres hijos extramatrimoniales, Sancho Garcés*, Sancha y Mencia.