YUGO
YUGO
Instrumento de madera con el que son uncidos uno, dos o tres animales para tirar de un carro, arado u otro utensilio. Las polémicas mantenidas en tiempos del escritor latino gaditano Columela sobre la conveniencia de uncir a los animales por el cuello o los cuernos no cuajaron en una solución uniforme. El yugular se impuso durante la época imperial, incluida Hispania, donde anteriormente fue conocido el cornal por los iberos. En Navarra, como en otras partes, fueron usados el cornal y el yugular.
El llamado “yugo vasco” (uztarri) es cornal, de características peculiares, como rebajes para el testuz y apoyos para los cuernos y las correas de sujeción, profusamente adornado en el frente. En las tierras llanas meridionales predominaron los yugulares, uncidos al cuello de las caballerías. Era una pieza con curvatura para el cuello, agujero o anilla para sujetar la vara del arado u otro artefacto, y cuatro orificios verticales por los que pasaban otros tantos palos largos, las costillas, ajustadas a los francaletes de las colleras y sujetos por la parte inferior con correas o cuerdas.
En Baja Navarra, Araquil, Valle de Ollo y la Cuenca de Pamplona existieron yugos cornales para tres cabezas de vacuno. Su estructura es muy sencilla y el material ligero (álamo). Servían para adiestrar vacas o bueyes jóvenes, o para cambiarles de mano. Con este fin colocaban al “novicio” en el centro. Un curioso ejemplar de 3,15 m de largo, procede de Baigorri (Baja Navarra).
El cornal quedaba sujeto al testuz, protegido por frontiles (kopetejuak, ipurukoak) de tela, lana y guarnición de cuero, por medio de correas o trascas. En algunas zonas (Navarra húmeda) solían cubrirlo con una piel de oveja. Los timones quedaban sujetos al yugo con el trascón (trenzado de correas de cuero) y anillas de hierro o madera en forma de “U”, llamadas “maspiril” (Améscoa), “barcia” (Tierra Estella) o “bardia” (Cuenca de Pamplona, Navarra Oriental). (Aparejos de caballerías* uztarri*).