FRANCOANDÍA
FRANCOANDÍA
Monte del antiguo Patrimonio de la Corona de Navarra situado en la vertiente meridional de la sierra del Perdón o Reniega. Al aprovechamiento de este monte realengo tuvieron derecho todos los naturales del Reino de Navarra, lo mismo que al de Urbasa y Andía. Pocas cosas se saben acerca de su historia; que en 1830 se concedió al ventero de la Venta del Portillo de Undiano, propia de la Diputación del Reino, facultad de rozar y sembrar cierto número de robadas de tierra mediante la renta de 18 robos de trigo y que dio lugar a discusiones y pleitos con motivo de la desamortización civil de 1 de mayo de 1855, aplicada en Navarra según lo dispuesto por RO de 6 de junio de 1861. Resulta que Franco Andía había sido denunciada por un investigador de propiedades y rentas del Estado como finca desamortizable del Real Patrimonio. La Junta Superior de Ventas resolvió el 7 de diciembre de 1872 que no procedía hacerlo porque no se había justificado convenientemente el dominio del Real Patrimonio, ni era una finca cuya existencia ocultasen los pueblos circundantes por la sencilla razón de que no era de uso y goce privativo de sus vecinos, sino de todos los navarros, y porque además, y a propuesta de la Diputación Foral y provincial de 13 de mayo de 1871, fue declarado monte exceptuado de la Desamortización:
Pero más tarde, el 13 de noviembre de 1877, salió a subasta, y aunque la Diputación se alzó ante el Ministerio de Hacienda, no tuvo éxito, y así una RO de 14 de mayo de 1878 confirmaba la del 13 de noviembre, y Franco Andía se vendía en cuatro lotes a Dámaso Otazu, vecino de Biurrun: uno de 181,41 Ha de extensión (134,76 Ha en jurisdicción de Astráin y 46,71 Ha de Uterga), suficientes para mantener unas 160 cabezas de ganado lanar durante todo el año; otro de 195,84 Ha (141,94 Ha en jurisdicción de Esparza, 35,93 Ha de Uterga y 17,96 Ha de Zariquiegui), capaz para 300 cabezas de lanar; un tercero de 219,73 Ha (89,84 Ha en jurisdicción de Biurrun, 84,98 de Subiza y 44,92 Ha de Arlegui); y el último de 59,10 Ha, de las que 37,72 en jurisdicción de Larráin (Adiós) y 21,36 de Auriz (Muruzábal). Que Dámaso Otazu era comprador en nombre de una porción de vecinos de diferentes pueblos -los más directamente interesados en el aprovechamiento de Franco Andía- lo demuestra el que pronto transfirió el dominio de este monte a un grupo de propietarios unidos en la «Sociedad Franco Andía», que tenía su sede en Uterga. La mayor parte de los socios (unos 40) eran vecinos de los pueblos mugantes, pero había así mismo varios vecinos ganaderos de Salazar. Años más tarde la decadencia general de la trashumancia afectó también al desplazamiento de los rebaños lanares de Salazar a Franco Andía. Para explotar la finca se inició el cultivo de cereales, patata, etc, en arriendo, pero las dificultades de tipo económico hicieron que se desistiera, hasta que hacia 1950 Franco Andía se vendió a la Diputación.
A propósito de la jurisdicción hubo igualmente problemas: en 1885 Cizur protesta contra su división en 10 trozos jurisdiccionales diferentes y alega que siempre fue de la jurisdicción de Astráin, mientras que Galar, Adiós y Muruzábal lo niegan, argumentando que mal podía serlo de una comunidad en concreto un monte perteneciente al Real Patrimonio. El Patrimonio Forestal de Navarra hizo en Franco Andía una importante obra de repoblación con pino laricio.
En jurisdicción de Undiano, lindante con Astráin, Legarda y Uterga y dividido en dos partes por la carretera de Estella, se halla Francoa-chiqui o Franco-chiqui, de 34,87 Ha, que también perteneció al Real Patrimonio de Navarra; se desamortizó en 1870 y su comprador fue José Antonio Lorca, vecino de Arraiza. Pertenece igualmente al Patrimonio Forestal de Navarra.