EUNATE, SANTA MARÍA DE
Ermita y casa de Muruzábal, en la Valdizarbe, Merindad de Pamplona. Figura sin habitar en los Nomenclátores de Población de 1860, 1887, 1910, 1920 y 1930, tenía 5 habitantes en 1940, de nuevo aparecía sin poblar en 1950 y 1960 y ya no se cita después.
La Iglesia es de origen poco claro, aunque pudo ser hospital sanjuanista o iglesia cementerial, en el Camino de Santiago. Construida hacia 1170, en una sola etapa, es de planta octogonal, rodeada por un claustro porticado. En el lado oriental se completa con un ábside pentagonal, semicircular al interior: sus aristas se refuerzan por gruesas columnas, cuyos capiteles se alinean bajo el alero con una serie de canes de potentes cabezas. También en el cuerpo mismo del octógono las aristas están guarnecidas por columnas que llegan solitarias hasta la cubierta con sus capiteles. Por abajo, y hasta la altura de una imposta corrida, van flanqueadas por otras dos columnas, sobre las que descargan arcos apuntados que dejan el muro rehundido, consiguiendo un efecto de elevación y claroscuro. En los diversos lienzos se combinan acertadamente ventanas caladas y ciegas y dos puertas de acceso, la del norte, frente al Camino, muy decorada, y otra más sencilla hacia el poniente, frente al altar. Al interior se cubre por bóveda de nervios de sección cuadrangular que convergen en el centro, sin clave común, y se apoyan sobre columnas enteras, de dos fustes superpuestos. La bóveda acusa claramente influencias de la arquitectura musulmana. La talla de la Virgen es reproducción (J. López Firió, 1973) de la románica desaparecida.
Bibliografía
J. Yarnoz Larrosa, Las iglesias octogonales en Navarra, “Príncipe de Viana” 6 (1945), p. 515-521. T Biurrun, El arte románico en Navarra. (Pamplona, 1936) p. 613-621. L. M. Lojendio, Navarre Romane. Ed. Zodiaque 1967. p. 254-264. J. E. Uranga y F. Iñiguez, Arte Medieval Navarro. II. (Pamplona, 1973) p. 152-157. Varios, Navarra historia y arte. Tierras y gentes. Pamplona, 1984, 47.