ESTELLA, MERINDAD DE
ESTELLA, Merindad de
Situada en la parte suroccidental de Navarra. Limita al N con la Merindad de Pamplona, al E con esta última y la de Olite, al S con La Rioja y al O con Álava. Tiene una superficie de 2.067 km2, incluyendo en esta cifra la extensión de los 72 municipios que la integran y la correspondiente a las sierras de Urbasa y Andía, y a las facerías, y una población, en 1981, de 62.030 habitantes (30 hab por km2). La Merindad se extiende por las tres grandes zonas de Navarra, desde Urbasa y Andía (Montaña) hasta las Riberas del Ebro y del bajo Ega (Ribera) pasando por Tierra Estella propiamente dicha (Zona Media). El río Ega la recorre de O a E hasta Estella y desde allí de N a S hasta alcanzar el Ebro al S de San Adrián, aquél y sus afluentes drenan la mayor parte del territorio; otros ríos y barrancos, menos importantes, van directamente al Ebro, y sólo el ENE pertenece a la cuenca hidrográfica del Arga.
Consta de dos grandes unidades geomorfológicas: las sierras y valles de tipo cántabro, al N y NO, y la Depresión del Ebro, al S. Las primeras, orientadas de O a E, son: las sierras de Urbasa y Andía (San Donato 1.494 m), aquélla sinclinal colgado perfecto, ésta accidentada por pliegues y fallas meridianas; el anticlinal semivaciado de Santiago de Lóquiz Monte Santo (1.256 m), separado e Urbasa por el corredor de las Améscoas; y el pliegue falla cabalgante al S de las sierras de Codés (1.414 m), Lapoblación (1.243 m) y Cantabria (1.255 m). En todas abundan las calizas cretácicas o eocénicas, y por eso ofrecen un importante modelado cárstico, tanto más cuanto más al N. La depresión oligocénica y miocénica del Ebro está formada por sedimentos lacustres y continentales, unos detríticos (conglomerados, areniscas y arcillas rojo-vinosas o amarillentas) y otro evaporítico (sales y yesos); estos materiales fueron plegados y modelados por la erosión en cuestas, colinas, sinclinales colgados y valles anticlinales, propios de la Navarra Media y del N de la Ribera, dando como resultado depresiones rodeadas de serrezuelas (valle de Aguilar, La Berrueza, Valdega, Val de Mañeru, etc), somontanos abiertos (piedemonte S de Montejurra, somontano Viana-Los Arcos) y llanuras ribereñas interrumpidas por colinas alargadas y escarpes yesíferos. Otros elementos de importancia morfológica son los diapiros* que originan las cubetas intramontañosas de Estella, Alloz y Salinas de Oro, y los montes de aluviones que jalonan las orillas del Ega y la margen izquierda del Ebro.
El clima y la vegetación ponen de manifiesto el carácter de transición de la Merindad, entre el clima oceánico de Urbasa y Andía, y el mediterráneo continental de la cubeta del Ebro: sus valores anuales oscilan entre 400 y 1.800 mm de precipitaciones, 6-14°C de temperaturas, y 600-800 mm de evapotranspiración potencial; salvo las sierras del N y NO y los islotes montañosos que pertenecen a las provincias atlánticas (hayas) y submediterráneas (robledales de hoja pequeña y quejigales), el resto se incluye en la región mediterránea de carrascales, encinares y coscojares.
La mezcla y la transición se manifiestan también de N a S en: 1) la organización administrativa: valles-municipio integrados por varios concejos (Améscoa Baja, Allín, Yerri, Goñi, etc), antiguos valles-Ayuntamientos disgregados en varios pequeños municipios (Aguilar, Berrueza, Valdega, etc), y villas-municipio de una sola entidad de población (Viana, Los Arcos, Arróniz, Andosilla, Lodosa, Azagra, etc.) 2) el hábitat rural, en el que contrastan las pequeñas aldeas con los grandes pueblos apiñados. 3) los modos de vida: ganadero-forestales por un lado, y herbáceo y cerealista por otro semejante a los de la Cuenca de Pamplona, en el N; agrícolas, caracterizados, por el típico policultivo mediterráneo (vid, olivo y cereal) en el centro; y grandes secanos con tendencia al monocultivo e importantes regadíos en los que dominan los cultivos hortícolas, base de una importante industria conservera en los municipios ribereños del S (San Adrián, Lodosa, Mendavia, etc).
Estella (13.086 habitantes en 1981) es la ciudad más populosa y la Capital de la Merindad; le siguen a distancia Lodosa (4.453 hab en 1981), San Adrián (4.362 hab), Mendavia (3.378 hab) Viana (3.389 hab) y Azagra (3.069 hab). El éxodo rural es general en las últimas décadas, si bien, en unos municipios es más grave que en otros; sólo crecen los que están afectados por las actividades industriales. (Lerín, condado de*).