ERISIPELA
ERISIPELA
Inflamación microbiana de la piel, caracterizada por el color rojo y comúnmente acompañada de fiebre. Se conoce también con los términos “zingurria” y “usiak”. Se decía que la erispela “mata o pela”.
En el Valle de Salazar se combatía con fomentos de harina caliente, a cuyo efecto se calentaba ésta en la sartén y luego se espolvoreaba sobre la zona afectada, cubriéndose con una guata y un paño; se prescribía así mismo guardar cama. En Esparza de Salazar se recurría también a un ungüento que se fabricaba con mitad aceite y mitad manteca, mezcla en la que se freía flor de “sabuko” (sauco).
En las Ventas de Valcarlos y en Vera de Bidasoa practicaban un tratamiento de tipo mágico, consistente en hervir agua en un puchero de barro; hirviendo el agua se vertía en una caldera, dentro de la cual se ponía el puchero invertido y sobre él tres hojas de laurel, tres granos de sal, un peine y unas tijeras, encima de las que se apoyaba el miembro afectado por la irisipela. Este último tratamiento se empleaba igualmente para combatir todo género de inflamaciones y fue prohibido por Decreto de los Inquisidores de Logroño en 1725. En dicho Decreto se recogían otros remedios de índole mágica, consistentes en signar la parte afectada a la vez que se decía: “Zingurria Salomón, yo te signo y Dios te cure”. Otros preferían sahumar con yerbas benditas, incienso y cera bendita, al tiempo que ataban hojas de apio y otras yerbas sobre la zona afectada y rezaban Padrenuestros, Avemarías y Credos.