EL BUSTO

Categoría histórica: Villa.

Categoría administrativa: Municipio.

Partido Judicial: Estella.

Merindad: Estella.

Comarca geográfica: Somontano de Viana-Los Arcos.

Población (1986): 129 habitantes de hecho, 137 de derecho.

Superficie: 7 km2

Densidad: 18,4 hab/km2

Altitud en el núcleo de viviendas: 432 m

Distancia a Pamplona: 67 km

Comunicaciones: Carretera local que enlaza con la nacional N-111, Pamplona-Logroño.

Gentilicio: Burteño.

Geografía

Limita al N con Los Arcos, al E con ese municipio y Cortecampo, que es una pertenencia de Piedramillera, al S de nuevo con Los Arcos y al O con Salsol.

Su territorio puede dividirse desde el punto de vista geomorfológico en dos porciones: una llana al N, con alturas que oscilan entre 430 y 460 m, y otra más alta y accidentada al S, que constituye la vertiente NE de Socuenca (571 m). La primera forma parte del extremo occidental del sinclinal de Miranda de Arga y está formada por arcillas con niveles de caliza del Mioceno (Facies de Tudela), y la segunda, del flanco N del anticlinal de Falces, también en su extremidad occidental, y se halla formada por los yesos y arcillas de la Formación de Lerín (Oligoceno-Mioceno). El territorio es avenado hacia el Ebro por intermedio del Odrón, afluente del Linares.

El clima es fundamentalmente de tipo mediterráneo-continental. Los valores meteorológicos medios anuales son: 11°-13° C de temperatura, 500-600 mm de precipitaciones, caídas en 60-80 días, y 700-725 mm de evapotranspiración potencial. Nada queda de la cubierta vegetal originaria, que estaría formada sobre todo por encinares. La única vegetación arbórea, fuera de la cultivada, es la de chopos y pinos de repoblación (Pinus halepensis, pino carrasco).

Economía

Es un municipio de orientación productiva agraria. Sólo el 0,9% de la superficie cultivada lo es en regadío, y se dedica a la producción de diversas hortalizas. En el secano las plantas herbáceas dominan sobre las leñosas. Entre aquellas destacan los cereales (cebada, trigo y avena); siguen a continuación las forrajeras y leguminosas (veza, alfalfa, alholva) y el espárrago. La vid recuperó con creces la extensión que tuvo antes de la filoxera (68 Ha en 1891 y 88 en 1961), pero en los últimos años ha iniciado un pequeño retroceso. El olivo ha sido siempre poco importante, lo mismo que la combinación vid-olivo. Nunca fue El Busto un pueblo ganadero. Hoy casi no merece reseñarse más que el ganado lanar. Como en todos los pueblos agrícolas, la mecanización eliminó al ganado de labor, que contaba, en 1935, con 24 cabezas de ganado caballar, 29 de mular y 3 de asnal; hoy sólo hay 2 y 4 de las últimas clases. El 15 de febrero de 1907 se fundó la Cooperativa Agrícola-Caja Rural y el 15 de enero de 1951 la Bodega Cooperativa San Andrés. El terreno comunal ocupa 106 Ha (14,8% de la superficie censada), de las que 90 son de secano, 1 de regadío extensivo y 6 de monte maderable. El sector agrario cuenta con 40 explotaciones, de las que 19 son de dedicación principal y el resto a tiempo parcial.

La industria de este municipio sólo cuenta con una bodega vinícola y una empresa dedicada a la construcción. El sector servicios ocupaba en 1984 a 6 personas ubicadas en 6 centros de trabajo. Buscaban su primer empleo 2 personas y 9 tenían su puesto de trabajo fuera del municipio.

Desempleo registrado (31.3.87): 5 personas.

Presupuesto municipal (1987): 9.243.000 pts.

Heráldica municipal

Trae de azur y un manojo de espigas de oro. Por timbre un yelmo empenachado.

Casa Consistorial

Está situada cerca de la iglesia, en la calle San Andrés. Es un edificio cuya construcción se remonta al siglo XVIII y que se rehizo en 1982. Tiene cuatro plantas y fachadas con revoco.

Su Ayuntamiento está regido por alcalde y cuatro concejales.

Debía a la Corona en 1280 un tributo anual de 100 sueldos. El monasterio de Iranzu poseyó heredades en su término desde el siglo XIII. Como aldea de Los Arcos perteneció a Castilla entre 1463 y 1753.

En 1847 el horno y la taberna eran de propios; acababa de atravesar la villa la nueva carretera que unía Pamplona y Logroño. Tenía escuela, dotada con 70 robos de trigo al año.

Domina el caserío la parroquia de San Andrés, sólida fábrica de origen medieval, sustancialmente rehecha en el siglo XVI en estilo gótico renacentista con una sola nave de dos tramos desiguales y cabecera poligonal, todo ello cubierto por bóvedas de crucería. Los restos de la primitiva torre se englobaron en la traza barroca que dio José Ramón en el año 1728 y que ejecutaron Francisco de Ibarra y Jerónimo García. Más tarde, en 1766, Manuel de Beratúa firmó el proyecto de ampliación del crucero con dos brazos rectangulares cubiertos por bóvedas de cañón con lunetos, que llevaron a la práctica al año siguiente José Santos del Castillo y su hijo Bautista; poco después, en 1772, se autorizó la construcción de la escalera del coro. Los contrafuertes de la iglesia fueron reforzados en 1697 por el cantero Juan de Jáuregui y por Antonio Artazu un siglo después, Joaquín Antonio de Ibarrola levantó el pórtico que sirve de protección a la primitiva portada del templo.

Pieza destacada de la retablística navarra del segundo tercio del siglo XVI es el retablo mayor del templo, relacionado estilísticamente con el círculo de maestros riojanos en torno a Arnao de Bruselas que mezclan rasgos de Berruguete y Yoly, y entre los cuales se encuentran también los de Lapoblación, Genevilla, Piedramillera, Armañanzas y algunos otros. La traza plateresca, ornamentada en sus tres cuerpos y ático, alberga un interesante repertorio iconográfico en relieve y de bulto redondo con escenas de la vida de Cristo y figuras de varios santos en torno al titular San Andrés, todo ello tratado con la fuerza expresiva que caracteriza a este grupo de obras. Por su patetismo y violencia destacan los grupos del Descendimiento y del Santo Entierro.

Se conservan del siglo XVI varios fragmentos de la sillería romanista, posible obra del escultor estellés Pedro Imberto por su gran semejanza con la de Allo, que dicho maestro realizó según trazas de Juan de Anchieta. Al siglo XVII pertenecen los dos retablos gemelos de la Virgen del Rosario y de San Sebastián, exponentes ambos de un romanismo tardío y obras documentadas entre 1636 y 1643 de Pedro de Izquierdo, arquitecto y escultor vecino de Los Arcos y del escultor Bartolomé Calvo, residente en Orbiso; al primero de ellos se debe asimismo la cajonería manierista ejecutada para el año 1639. De estilo rococó son los retablos del Corazón de Jesús y de la Virgen de Nieva, que los maestros escultores Antonio Yzaguirre y Miguel López de Porras ejecutaron para el año 1771. La policromía de ambos la hizo el dorador de Los Arcos Santiago Zuazo en el año 1776.

Arquitectura civil

La calle San Andreu, que atraviesa longitudinalmente la población, está jalonada de viejas mansiones donde campean algunos escudos, destacando entre ellos las armas de Fernández, de los Ramírez de Ganuza o de Miguel Fernández de Melque.

Bibliografía

T. Biurrun Sotil, La Escultura Religiosa y Bellas Artes en Navarra durante la época del Renacimiento. (Pamplona, 1935), p 195-197. J. E. Uranga Galdiano, Retablos navarros del Renacimiento. (Pamplona, 1947), p 16. J. M. Azcárate Ristori, Escultura del siglo XVI “Ars Hispaniae”, vol XIII. (Madrid, 1958), p 124. J. Camon Aznar, La escultura y la rejería españolas del siglo XVI. “Summa Antis”, vol. XVIII. (Madrid, 1967), p 293. J. Ruiz Navarro Pérez. Arnao de Bruselas, imaginero renacentista y su obra en el valle medio del Ebro, (Logroño, 1981) y M. C. García Gaínza, d. C. Heredia Moreno, J. Rivas Carmona y M. Orbe Sivatte, Catálogo Monumental de Navarra II*. Merindad de Estella. (Pamplona, 1982), p. 369 y ss.

Esparcimiento

Las fiestas patronales se celebran el penúltimo viernes de agosto.

Toponimia menor

Espinillas, alto; Rá, término; Lomba, término; el Portillo, paridera; el Prado, término; Socuenca, término y parideras; Tresmoro, término; Valderreco, barranco.