EGUARAS
EGUARAS
Vedado, coto redondo de propiedad particular antiguo señorío situado en jurisdicción de Valtierra, mugante con las Bardenas Reales. Conserva las ruinas de una torre de vigilancia que se llama castillo de Doña Blanca, por la novela histórica de Navarro Villoslada. Más que vedado de Eguaras debía llamarse como fue conocido durante siglos: vedado de Peñaflor. Aún estaba poblado en 1852 (7 habitantes) y 1858 (15).
Era lugar habitado en 1546 e incluso contaba con concejo propio; en esa fecha mantuvieron pleito contra Miguel de Eguarás (sic), que era noble y dueño del palacio de Eguarás y pretendía como tal tener doble porción de leña y roturas, aunque residía en Tudela. En 1802 el diccionario de la Academia de la Historia lo incluye como “térm(ino) red(ondo)” sometido a régimen señorial. Estaba a cuatro leguas de Tudela, hacia el norte, en las Bardenas, y en 1802 había “un castillo o caserío con alcayde y guarda que ponen sus señores.” En 1847 era propiedad del conde de Parsen. Con la reforma municipal de los años treinta del siglo XIX se incluyó en el municipio de Arguedas; pero luego se adjudicó al de Valtierra.