EGINARDO
EGINARDO
(? c. 775 – Seligenstadt, 14.3.840). Llamado también Einhardo. Oriundo de Franconia, en el centro de la actual República Federal de Alemania, se educó en el monasterio de Fulda, pero todavía adolescente, hacia los años 791 ó 792, fue incorporado a la corte franca para completar su formación y prestar luego servicios al monarca. Alcuino le consultó ciertos pasajes de obras clásicas latinas y algunos problemas aritméticos. Carlomagno lo envió a Roma para entregar al papa un ejemplar de sus primeras disposiciones sucesorias (806). El nuevo soberano, Luis el Piadoso, lo hizo su secretario particular y, además, consejero del primogénito Lotario, asociado al trono imperial (817). Al plantearse las discordias en el seno de la familia regia, abandonó el palacio de Aquisgrán (828) y se retiró al monasterio de Seligenstadt, junto a Francfurt del Maine, hasta el final de sus días. En este período de su vida debió de componer la Vita Caroli, “Vida de Carlos”. Se trata de una apología, calcada en su estructura y ropaje literario sobre la semblanza de Augusto incluida por Suetonio en su historia de los Césares romanos. Recoge, sin embargo, valiosos testimonios personales e informaciones analísticas y documentales de la época, incluido el testamento del añorado emperador. Su narración de la campaña de Carlomagno a Zaragoza y la derrota de su retaguardia en los collados pirenaico-occidentales “por la perfidia vascónica” (778), es la única que aporta los nombres de los magnates muertos sobre aquel campo de batalla: el senescal Egihardo*, el conde palatino Anselmo y el controvertido Roldán, “prefecto (conde) de la frontera de Bretaña”. Otras dos alusiones a los Vascones remiten sin ninguna duda a las poblaciones de la región situada entre el Garona y el Pirineo, área de soberanía franca. Al situar erróneamente el nacimiento del Ebro en lugar del río Arga, indica que se hallaba en tierra de los “navarros”, apud Navarros. Su nombre se ha asociado con el supuesto autor de la versión más completa de los “Anales regios” carolingios, continuados hasta el año 829 y cuyas noticias fueron aprovechadas en la composición de la Vita Karoli.