EGIARRETA
Categoría administrativa: Concejo del valle de Arakil.
Partido Judicial: Pamplona.
Merindad: Pamplona.
Comarca: Val de Arakil.
Población (1986): 77 habitantes de hecho, 77 de derecho.
Superficie: 3,82 km2
Altitud: 473 m
Distancia a Pamplona: 25 km
Comunicaciones: Carretera local que enlaza con la nacional N-240, Pamplona-Vitoria.
Geografía
Limita al N con Madoz, al S con Zuazu y Ecay, al E con Echeverri y Ecay y al O con Villanueva de Araquil y Satrústegui.
Efectuada la concentración parcelaria (1963): 127 Ha, 17 propietarios, 532 parcelas antes y 39 después. Comunes 237 Ha (210 de monte maderable, 9 de cultivo) y propios, 23,3 Ha (12,5 de monte maderable, 1,6 de secano).
La catedral de Pamplona disponía (1290) de heredades en su término. El lugar fue incendiado por los castellanos en la guerra de 1430.
En 1736 obtuvieron gracia real los lugares de Eguiarreta, Ecay, Echarren y Zuazu para eximirse de la jurisdicción del valle y nombrar alcalde cada pueblo de por sí, por lo cual dieron 200 ducados a la casa de Roncesvalles. En 1847 tenía Eguiarreta escuela, cuyo maestro era a la vez secretario del ayuntamiento y ganaba por ambas funciones 750 reales. Recibía el correo desde Pamplona por el valijero del valle. Algunos vecinos se dedicaban a la arriería. Con la reforma municipal de la primera mitad del siglo XIX quedó en el ayuntamiento de Araquil como uno más de sus lugares. A comienzos del siglo XX se constituyó una caja rural.
Arte
Preside la parroquia de Santa María, de origen medieval, un hermoso retablo renacentista, de cuya mazonería plateresca se encargó el entallador Juan de Landa quien la tenía finalizada para 1540. El pintor Ramón Ozcáriz contrató junto con la labor de policromía y dorado de la arquitectura y escultura la pintura de siete tablas, que ya había comenzado su padre Menaut. La labor del pintor se fecha entre 1551 y 1553. El conjunto es de calidad, donde la labor de talla actúa como un digno enmarque de la escultura y pintura. Del buen hacer de Ramón Ozcáriz es muestra este retablo, de estilo manierista, en el que se combinan influencias italianas y flamencas. Gusta de agrupar a los santos de dos en dos en armonía, con escenas de la vida de San Pedro y San Pablo. Para esta parroquia se hizo una cruz de plata renacentista.
En su término se halla la Ermita de Santiago de Ichasperri, edificio realizado en piedra, en estilo románico tardío, situado en las cercanías de la carretera que conduce a Eguiarreta.
Recientes obras de restauración le han devuelto su primitiva belleza.
Pertenece a un modelo frecuente en su época (1ª XIII) y estilo, de una nave con tres tramos, abovedada con cañón apuntado sobre arcos fajones y capilla mayor cubierta con bóveda de horno apuntada, cuya plementería se refuerza con nercios de sección cuadrada que se juntan a la altura de la clave del arco triunfal. Cuatro recios contrafuertes a cada lado de la nave ayudan a sostener la cubierta, reforzando los muros. La luz que llega a través de dos de las ventanas de la cabecera (la del lado del evangelio ha sido cegada) y de un óculo abierto en el muro de los pies con tracerías, de carácter gótico, es fruto de la restauración actual.
En ella lo más interesante es su decoración escultórica exterior que se concentra en la portada, situada en el lado de la epístola y protegida con gracioso tejaroz. Es de medio punto, sin tímpano, abocinada con arquivoltas que apean en dos parejas de columnas con capiteles decorados con motivos vegetales, entre los que asoman algunas cabezas humanas.
Las ventanas de la cabecera, de medio punto molduradas, carecen de decoración esculpida. El hastil occidental se corona con una espadaña para contener una campana nueva.
Palacio
Constaba como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. En 1691 se expidió la merced real erigiendo en palacio de esa calidad la casa Dorrecoa, de Eguiarreta, perteneciente a don Luis de Eguiarreta, oidor y juez de finanzas de la Cámara de Comptos. La Diputación del Reino pidió la anulación de la citada gracia, por considerarla contrafuero, a lo que se negó el virrey. En 1705 figura como poseedora doña Rosa de Ripa y Jaureguízar, y en 1785 su hijo don Joaquín de Eguiarreta y Ripa junto con su hermana doña Polonia. El escudo era partido: primer cuartel, una torre en campo de plata, y segundo, media luna renversada de plata, y debajo, una estrella de oro de ocho puntas en campor de azur.
Esparcimiento
Las fiestas patronales en honor de San Miguel se celebran el 29 de septiembre.