DIPUTADO PROVINCIAL
DIPUTADO PROVINCIAL
Los diputados provinciales, en el derecho común español, son los miembros de las Diputaciones provinciales. Por la naturaleza especial de la Diputación de Navarra, durante el siglo XIX ésta comenzó a denominarse de hecho -en sus propios textos y en otros ajenos sin carácter legal- Diputación foral y provincial; denominación que luego iría siendo paulatinamente introducida en la legislación y simplificada como “Diputación Foral“*. Paralelamente, se sustituyó la designación “diputado provincial” por la de “diputado foral“*.
Por otra parte, y si se tiene en cuenta que ese carácter especial de la Diputación de Navarra fue fijado por la legislación promulgada en 1839-1841, quiere esto decir que las denominaciones especiales (Diputación foral, diputados forales) en ningún caso corresponden a la Diputación y a los diputados “provinciales” de derecho común que hubo en Navarra antes de esa fecha, concretamente en 1813-1814, 1820-1823 y 1836-1840.
De resultas de la creación de las Diputaciones provinciales por las Cortes de Cádiz, el 1 de octubre de 1813 se constituyó la primera Diputación provincial de Navarra, en sustitución de la Diputación del reino*. Estaba compuesta por Joaquín Javier de Uriz, Joaquín Elío Jaureguízar*, José María Navascués, Julián de Hormaechea, Vicente Carasusan, Pablo de Ujué y Felipe Martínez de Morentin.
Al suprimirse las Diputaciones provinciales -como todo lo derivado de las Cortes de Cádiz- en 1814, se restableció la Diputación del reino, que subsistió hasta 1820. En esta fecha volvió a entrar en vigor la Constitución de 1812, y el 29 de mayo se formaba de nuevo la Diputación provincial de Pamplona, con estos miembros:
Juan Crisóstomo Vidaondo (presidente), Cristóbal María de Ripa Jaureguízar*, Manuel José Lombardo de Tejada (abad de Dicastillo), Octavio de Toledo, Joaquín Morales y Galdiano, José María Ezquerra y Bayo, Benito Ochagavía y Cortés.
Al restaurarse el Antiguo Régimen en 1823, se restauró también la Diputación del reino, que subsistió hasta el 6 de septiembre de 1836. El 7, el virrey nombró una “Comisión sustituyente de la Diputación provincial”, que formaban:
Fidel Ozcáriz (presidente), Tomás Egurvide, José María Ezcarri, Manuel Palacios, Agustín Salaverri, Domingo Bornás, José María Repáraz.
La Comisión sustituyente fue a su vez sustituida por la Diputación provincial estricta el 6 de octubre de 1836; constaba de un presidente y seis vocales, cinco de ellos por las cinco merindades -uno por cada una- y el sexto por el Baztán o las Montañas:
Fidel Ocáriz (presidente), Juan Ramón Bornás, Manuel Jimeno y Diago, Manuel Palacios, Gaspar Elordi, José María Repáraz, Pedro Azcárate.
Las circunstancias políticas españolas provocaron un nuevo cambio, aunque dentro ya de las corrientes estrictamente liberales, el 26 de septiembre de 1837 el virrey Francisco Cabrera nombró una Diputación provisional “sustituyente”, que en realidad convivió con la de 1836 pero sólo hasta el 6 de octubre inmediato -el de 1837-, en que esa misma Diputación sustituyente quedó suprimida. La formaban:
Julián Ozcáriz (presidente), Martín Antonio Senosiain, Antonio Iñarra, Antonio Castilla, Vicente Santos, Lorenzo Lacambra, Manuel Goicoechea, Domingo Ezcartín.
Por convocatoria del “jefe político*”, el 22 de enero de 1838 se formó nueva Diputación provincial; compuesta por:
Facundo Jarauta (presidente), Miguel Javier Igal, Esteban Ozcáriz, Juan Pedro Aguirre, Vicente Lapoya (sustituido por Faustino Camón el 11.2.1839), Valentín Urra (sustituido por Faustino Esparza el 18.5.1839).
Terminada la primera guerra carlista, las Diputaciones provinciales -luego “provinciales y forales” y al cabo “forales”- se forman sin solución de continuidad (Diputación Foral*, Diputado foral*).