CHISTU
CHISTU
Instrumento musical popular, especie de flauta recta abierta. Suele construirse de madera de manzano, haya, boj, cerezo y ébano, y más modernamente de baquelita y de metal, y la embocadura de pico siempre es metálica. El tubo, de unos 43 cm de longitud, tiene dos agujeros en la cara anterior y uno en la posterior, unos seis anillos impiden el agrietamiento de la madera. Para comodidad del ejecutante se le añade un anillo ladeado. Se coge con la mano izquierda introduciendo el dedo anular en este anillo.
Su sonido es agudo y penetrante, con timbre suave y con una amplia sonoridad, y su extensión, aunque forzada, abarca dos escalas diatónicas del re bajo del pentagrama al re sobre el pentagrama. Se presta a interpretar toda clase de apoyaturas, mordentes y trémolos, y por medio de virtuosos recursos, al ser flauta abierta, se consiguen los sonidos de un instrumento dotado de llaves perfeccionadas. Ordinariamente está afinado en la exótica tonalidad de fa sostenido, lo que le confiere un sonido muy característico.
Su origen se pierde en la antigüedad, y en muchas culturas se encontraban tipos parecidos de flautas abiertas, al principio generalmente de hueso o caña, que con el paso del tiempo han ido evolucionando. Hay similares al que se toca en el País Vasco en Castilla, Cataluña, Mallorca, Canarias, Santander y Aragón.
Para el acompañamiento de este instrumento y marcar el ritmo de la danza, el mismo músico toca un pequeño tamboril, que lleva pendiente del brazo izquierdo golpeándolo por medio de un palito con la mano derecha. La banda de chistularis se compone de dos chistus para primera y segunda voz, cada uno con su correspondiente tamboril, y de un silbote* que hace de bajo y que está afinado una quinta más baja que aquellos. También interviene otro músico con un tambor redoblante o atabal*. Interpreta sencillas melodías populares adaptadas para tres voces o música de concierto con partituras de complicados ritmos y armonías. De instrumento pastoril ha ido evolucionando hasta incorporarse a las orquestas, ha alcanzado gran popularidad. La música compuesta especialmente para este instrumento es abundantísima, a veces de renombrados compositores. Se halla editada principalmente en la revista “Txistulari” en sus dos épocas: 1929-1936 y de 1955 en adelante.
Según el P. Olazarán de Estella las más antiguas melodías de este instrumento se caracterizan por su modalidad en sol mayor con fa natural, idéntica al modo séptimo del canto gregoriano. Se puede afirmar que toda la música de danza está en los tonos mayores de sol con el fa natural o sostenido, y de do, algunas melodías en tono de fa mayor. El menor escasea y suele encontrarse tan solo en melodías transitorias.
Han existido famosos chistularis o txuntxuneros, gracias a sus ricos repertorios, casi siempre interpretados de memoria, muchas melodías se han recuperado y han sido transcritas a notación musical. Antonio Elizalde de Amayur, Evaristo Elduayen de Leiza, Silverio Usoz de Burguete, Jerónimo Bergara de Arrarás, José de Tellechea de Errazu, pariente de los famosísimos Dorremotz (Manuel y José Ángel), Pedro Miguel Arizcun de Arizu, Antonio Artotxa de Betelu y Félix Mutuberría de Labayen. Hoy son muchos los que poseen una técnica maravillosa en la ejecución de dificultosas piezas, llegando a una cima difícilmente superable.
La familia del chistu ha crecido para ampliar su campo sonoro y tímbrico a partir de 1973, merced a los trabajos del Grupo Experimental de Txistu de San Sebastián, con nuevos instrumentos en tesituras altas como chistu-chiki y el txilibitu, o con tesituras bajas como el chistu-bajo y el silbote-bajo. También se han construido hasta siete miembros de la familia en tonalidad de fa natural para que puedan concertar más fácilmente con otros instrumentos.
Se han representado chistularis en la portada de Santa María de la Oliva en Carcastillo, fechada en el siglo XII, y en el claustro de la catedral de Pamplona del siglo XIV.
Bibliografía
P.H. Olazarán de Estella, El Txistu, lo que es y como se toca, en “Euskaleriarren Alde”, n° 296, San Sebastián, 1928, p. 456-464. J. A. Donostia, Instrumentos musicales del pueblo vasco, en “Anuario Musical”, 1952, VII, p. 3-49. Txistu, Método y repertorio de flauta vasca, Bilbao, 1955. Tratado de txistu y gaita, Pamplona, 1972. J. Hernández Asuaga, La familia instrumental del txistu, en “”, Pamplona, 1975, p 31-44. L. Elizalde, Aurrak jo txistua, Txistu para niños, Madrid, 1974. 3ª Ed. aumentada, Madrid, 1979. B. Fernández, Txistu ikasbidea, Método de txistu, Bilbao, 1975. J.I. Ansorena Miner, Problemática actual del txistu, en “Eusko Ikaskuntza”, Cuadernos de Sección, Folklore, Zarauz, 1983, p. 141-143. Sobre la historia del txistu, técnicas de construcción, afinación, música, etc. en la revista “Txistulari” que a partir de 1928 ha editado más de cien números.