CHAPAS
CHAPAS
Juego de chicos y mozos en el que intervenían dos jugadores con dos monedas de 10 céntimos (“ochenas”). En Romanzado se jugaba así: se echaba a suertes quién intervenía primero. Este tomaba las “ochenas” unidades y mostraba al otro que las dos “caras” estaban al exterior, las lanzaba hacia arriba y si caían “caras” eran para el tirador, si “culos” para el otro y si caían distintas se repetía la jugada. La siguiente tirada la hacía el que había ganado la vez anterior. El que no tira las chapas puede anular la jugada cuando las monedas están en el aire diciendo “badiajos” o “bariajos” y las intercepta en su caída con la mano. Otros fuegos con monedas eran la “patruska” o “pachusca” y el palmo. En los años 50 y 60 se jugaba a otra modalidad -“la carrera de chapas”- utilizando esta vez las tapas de bebidas refrescantes. En claro paralelismo con el deporte ciclista, se formaban “corredores” pegando en el interior de la chapa el retrato de los ases del pedal, tomados de las colecciones de cromos y se constituían “equipos” con las marcas comerciales de los refrescos. La pista de la carrera solía ser la banda de terrazo de los jardines, donde previamente se establecían la línea de salida y de meta. Por orden los jugadores impulsaban sus chapas con los dedos y si están salían de la pista debían volver al lugar de partida.