CODICE ROTENSE
CODICE ROTENSE
Llamado también “Códice de Roda” por el lugar, Roda de Isábena (Huesca), en cuya catedral se conservó hasta finales del siglo XVII, y “Códice de Meyá” (Lérida), por el monasterio donde fue prior el erudito Manuel Abbad y Lassierra, que lo retuvo durante algún tiempo (1773-1785); lo poseyeron después el conde de Campomanes y sus descendientes hasta que fue incorporado en el siglo XX a los fondos de la Real Academia de la Historia.
Se trata de un libro manuscrito, preparado en los dominios najerenses del reino de Pamplona, hacia el año 1000, con un contenido misceláneo de carácter principalmente historiográfico. Recoge en más de dos tercios de sus folios una copia, realizada a comienzos de la segunda mitad del siglo X, de las “Historias” de Paulo Orosio, cuyas noticias alcanzan hasta el año 417. En su última y muy variada parte incluye las obras históricas de San Isidoro de Sevilla, de comienzos del siglo VII; las crónicas asturianas denominadas de Alfonso VII y Albeldense, de finales del siglo IX, así como una nómina de monarcas asturleoneses; diversos textos relativos al mundo árabe, en particular la “historia de Mahoma”, que San Eulolio conoció ya en su estancia por tierras pamplonesas a mediados del siglo IX y que luego se reprodujo también en los códices Vigilano y Emilianense; las famosas “Genealogías de Roda”; unos mínimos anales sobre los últimos Banu Qasi y los reyes pamploneses Sancho Garcés I, Jimeno Garcés, García Sánchez I y Sancho Garcés II; una copia de la escueta crónica del Códice Vigilano sobre esos mismos monarcas, en particular la semblanza y las gestas de Sancho Garcés I; un elenco y obituario de los obispos de Pamplona, desde Basilio (m. 921) hasta Sisebuto, designado el año 988; la lista de emperadores romanos que persiguieron a los cristianos; una relación de santos venerados en Toledo; un “latérculo” de reyes visigodos, más dos “laudes” de Hispania y consideraciones sobre el origen de las ciudades del norte; una recopilación de sentencias teológicas y diversos textos escatológicos; la carta del emperador Honorio a la milicia de Pamplona (años 407-409), seguida de un elogio de la ciudad, compuesto -según M.C. Díaz y Díaz- hacia el año 800; y, finalmente, el epitalamio de la supuesta “reina” Leodegundia.
Bibliografía
Z. García Villada, El códice de Roda recuperado, “Revista de Filología Española”, 15, 1928, p. 113-130. J.M. Lacarra, Textos navarros del códice de Roda, “Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón”, 1, 1945, p. 194-283; M.C. Díaz y Díaz, Libros y librerías en la Rioja altomedieval, (Logroño, 1979), p. 32-42.