CENDEA
CENDEA
El Diccionario de la Lengua Española define este término, refiriéndolo expresamente a Navarra, como “congregación de varios pueblos que componen un ayuntamiento”. A. Campión sugiere la posibilidad de que sea una reminiscencia de la gens romana. J. Caro Baroja admite la hipótesis de su procedencia del vocablo “centena”, agrupación de tipo militar. Las cendeas de la Cuenca de Pamplona que figuran en el “Libro de Fuegos” de la merindad de Pamplona y las Montañas correspondiente a 1427, son las cuatro siguientes: la de Sansoáin (hoy Ansoáin), “cabo Pamplona”, comprensiva de este lugar y los de Artiga (Artica), Ayzoain, Berrio de Suso (Barriosuso), Ballariáin, Elcuart (Elcarte), Oteiza, Añézcar, Larraya, Loza y Berrio de la Plana (Berrioplano); la de Iza con Sarasa, Aldaz, Aldaba, Zuasti o Zuazti, Ordiriz (Ordériz), Lete, Lecoaz (Elcoaz) y Ataondo (Atondo); la de Olza con Lizasoáin, Orcoyen, Olza, Artázcoz, Izu, Asiáin, Ibero, Izcue y Ororibia (Ororbia); y la de Galar, con Esparza, Arlegui, Subiza, Olaz, Cordovilla, Salinas cabo Pamplona, Esquíroz, Galar y Beriain.
Sin embargo, en otro documento del mismo año figuran hasta ocho cendeas: Ansoáin, Iza, Olza, Galar, Cizur, Azteráin (Astráin), Ubani y Vidaurreta, no se sabe con que fundamento real. Esta aparente anomalía crea cierta inseguridad en cuanto al concepto y alcance de la cendea. Se observa además que en Val de Echauri figuran varios lugares que corresponden hoy a las cendeas. En un pleito de 1527 entre los pueblos de la Cuenca y el Tribunal de la Cámara de Comptos sobre cuarteles y alcabalas, al aludir a los límites de la Cuenca, cuyos representantes se reunían habitualmente en la iglesia de San Julián de Ororbia, se alude a las “siete cendeas”. En 1569 las cendeas discutían la jurisdicción de merino y se pretendía sentar como hecho consumado que la Cuenca era un “barrio de Pamplona”, situación que no fue reconocida. Mientras tanto se reunían y trataban sus asuntos generales en la misma iglesia de Ororbia. En un proceso de 1715 referente a la cendea de Galar se equipara repetidamente el valle a la cendea. Aparte las cendeas de la cuenca de Pamplona, existían otras en las merindades de Pamplona, Estella y Olite. En el siglo XVI se registran seis en Valdizarbe; la más importante era la de Obanos, que discutía frecuentemente con sus vecinos sobre la asistencia a las juntas generales de la basílica de Nuestra Señora de Eunate (o Unate). Se cita también la cendea de Odieta, hoy valle. Mayor importancia tiene la efímera creación en 1731 de la cendea de Val de Araquil, con los lugares de Eguiarreta, Echarren, Ecay y Zuazu. En la terminología administrativa navarra los “partidos”, “quiñones” y “comarcas” coinciden a veces con las cendeas. Esto se advierte en Los Arcos (1427) y Valle de Salazar.
En suma, la voz cendea se equipara normalmente a valle y con menos frecuencia a parte del mismo. Excepcionalmente, algunas villas o pueblos forman por sí una cendea. Muy raramente se refiere la palabra al barrio de algún lugar. Las únicas que se han mantenido hasta la actualidad son las de la Cuenca de Pamplona, cuyo número, lo mismo que sus límites, varían según los testimonios de diferentes épocas. Parece que la cendea es un vocablo autóctono; a aclarar su etimología, probablemente vascongada, quizá puede contribuir el topónimo medieval “Euncendea”, en el término de Orcoyen; también cabe tener en cuenta el “partido”, cendea o valle de “Izasendea”.
Bibliografía
F. Idoate Iragui, Cendea en Navarra, “Príncipe de Viana”, 34, 1973, p. 5-25.