CEBOLLA
CEBOLLA
Familia Liliaceas es una planta cultivada originaria de Asia, bianual si se quiere conseguir semilla, pero que en condiciones normales se cultiva como anual, para producir bulbos. Las raíces son blancas y fasciculadas; el tallo está formado por una masa, llamada disco, situada en la base del bulbo y que en determinadas condiciones, normalmente el segundo año de cultivo, emite un escape floral hueco, en cuyo extremo aparece inflorescencia en umbela. Las hojas insertadas en el disco están formadas por dos partes bien diferenciadas; la inferior o vaina envolvente, incluida en bulbo y la superior o filodio. Todos los órganos de la planta muestran un olor característico, debido a la acumulación de sustancias esenciales de naturaleza azucarada. Existen muchas variedades, separables en dos grupos: cebolla temprana, de otoño-invierno, babosa, de exportación, y cebolla tardía, de primavera-verano, de grano. La temperatura óptima de desarrollo vegetativo es de 13-22. Prefiere suelos profundos y de consistencia ligera, aunque se puede desarrollar bien en los arcillosos si están bien drenados. Soporta cierta salinidad pero es poco tolerante a la acidez.
Pueden distinguirse tres ciclos de cultivo: precoz, típico de Babosa, con siembra en septiembre, trasplante en diciembre y recolección en mayo; medio, típico de Liria o de medio grano, con siembra en noviembre-diciembre, trasplante en febrero-marzo y recolección en junio-julio; tardío, típico de valenciana de grano, con siembra en enero, trasplante en abril y cosecha en julio-agosto. Se puede sembrar directamente en el terreno o en semillero con trasplante posterior.
La recolección se realiza, cuando el bulbo está totalmente formado y las dos o tres hojas exteriores secas, a mano en pequeñas extensiones o con arrancadoras específicas. Suelen dejarse varios días sobre el terreno para que se sequen bien.
Una modalidad de este cultivo es el de cebollitas para encurtidos, que se consigue aumentando la densidad de siembra.
En Navarra se cultiva en huertos familiares de todas las comarcas, utilizándose para su consumo en fresco las cosechadas en mayo-junio y para secar las de agosto-septiembre.
Cultivos de cierta importancia se dan en la vega baja del Ebro, Ribaforada, Fontellas, Cabanillas y Fustiñana, de variedades para seco y en regadíos. Una buena parte de la producción de cebollas navarras se comercializa por almacenistas levantinos.
El cultivo de cebolla constituyó una especialidad de los agricultores de Huarte Pamplona, por lo que los habitantes de esta localidad siguen recibiendo el apodo de “cebolleros”, sin justificación actual, pues los antiguos campos de cebollas están ocupados por el polígono industrial de Areta.
Se le atribuyen muchas propiedades médicas. El cocimiento del bulbo se recomienda como diurético (uso generalizado), para eliminar el ácido úrico (Jaurrieta), mejorar la circulación y aliviar los dolores de estómago (Tafalla). En Cárcar emplean el cocimiento en leche, con una cucharada de miel, para calmar la tos. Las aplicaciones más extendidas son las de uso externo: La cebolla asada a la plancha con un poco de aceite se coloca sobre panadizos, abscesos, granos, quemaduras, inflamaciones y grietas de los pies (uso generalizado); partida por la mitad y frotando las verrugas, éstas desaparecen (Garralda); picada y cruda se aplica en forma de cataplasma tres veces al día, para tratar los callos de las manos (Buñuel); las cataplasmas de cebolla hervida se recomiendan en Jaurrieta para curar la gripe y en Puente La Reina aconsejan, para el tratamiento de las hemorroides, los vapores del cocimiento.
La acción diurética y cicatrizante se recoge en la literatura científica.