CALAHORRA
CALAHORRA
Pervivió como centro urbano bajo el régimen musulmán durante los siglos VIII y IX, aunque debió de encogerse su área de influencia en beneficio de los núcleos de población desarrollados entonces en el mismo ámbito regional, Nájera y Tudela. Encuadrada pasajeramente en la monarquía pamplonesa hacia los años 923-968, fue reconquistada de manera definitiva (1045) por el rey García Sánchez III el de Nájera. Recuperó su categoría eclesiástica de sede episcopal con un espacio jurisdiccional que, desde finales del siglo XI, iba a comprender no solo casi toda la Rioja, sino también Álava, Vizcaya y la franja occidental de Guipúzcoa; hasta 1955 estuvieron bajo su dependencia unas veinte iglesias navarras de la comarca de Viana y el valle de Aguilar. La soberanía política de Pamplona concluyó con la muerte de Sancho IV el de Peñalén (1076) y la subsiguiente incorporación del territorio riojano a la Corona de Castilla. Sin embargo, todavía bajo Alfonso I el Batallador hubo al frente de la ciudad “tenentes” navarro-aragoneses (1110-1134).