BEDIN
BEDIN
Funcionario de la aljama judía. Era el agente ejecutivo de las sentencias y penas dictadas por los adelantados y jurados. Cuidaba al mismo tiempo del estricto cumplimiento de las ordenanzas o “taganot” que regulaban la vida de la comunidad, denunciaba las transgresiones de la ley, reprimía la delincuencia y salvaguardaba el orden público. Sus funciones, algo imprecisas, guardan cierto paralelismo con las del preboste de los núcleos de Pamplona y Estella; y puede asemejarse al justicia de Tudela o, mejor aún, al portero del municipio tudelano.
Al final de cada período fiscal (semestral o anual), el bedin o albedín -que así se denominaba en la aljama de Tudela- rendía cuentas del importe de las caloñas o multas al baile de los judíos, representante del monarca ante la comunidad. El de Estella retenía como salario un tercio de lo recaudado; sin embargo, en Pamplona y Tudela sólo le correspondía la novena parte. Esta renta de la corona, denominada bedinaje, solía arrendarse en múltiples ocasiones.