ASENTISTA
ASENTISTA
Término taurino que significaba el que hace asientos o contratas, equivalente a empresario.
Debe recordarse que en Navarra, hasta avanzado el siglo XIX no se construían cosos fijos y las funciones taurinas se celebraban en plazas públicas; pertenecía su terreno al Ayuntamiento, quien se consideraba obligado a proporcionar diversiones en fiestas patronales, especialmente espectáculos con reses bravas por ser el favorito. El municipio navarro tenía que organizar sus propios festejos taurinos e intentó delegar sus deberes en la persona idónea, convertida en asentista.
A lo largo de la historia puede asegurarse que los municipios navarros nunca buscaron el lucro con las funciones taurinas, pretendieron dar espectáculos según sus disponibilidades económicas; si hubo gananciales los invirtieron en enjugar gastos de esparcimientos patronales o los entregaron a la beneficencia. Los asentistas independientes de los ayuntamientos navarros surgieron al ver la posibilidad de obtener rendimientos favorables. Nunca han faltado en Navarra taurófilos de pro que, agrupados en sociedades o clubs, construyen plazas de toros e invierten sus ahorros en aras de satisfacer a la afición. El Ayuntamiento de Pamplona, organizador multi-centenario de las corridas de toros, consciente de obtener beneficios, cedió sus derechos a la Casa de Misericordia, a partir de 1922; ésta organiza las corridas de toros y el Municipio se reserva cierto control simbólico.