ARAOZ, DIEGO DE
ARAOZ, Diego de
(ca. 1507-1575). Pintor, natural y vecino de Mondragón; pertenecía a una familia de artistas relacionados con la retablística, entre los que sobresale su hermano el escultor Andrés de Araoz*. De su matrimonio con Marina de Mondragón tuvo varios hijos, de los que la primogénita y heredera fue María Ruiz de Araoz.
Llevó una vida itinerante entre Guipúzcoa, Navarra y Álava con proyección hacia la Rioja y Vizcaya, a caballo de tierras pertenecientes a las diócesis de Calahorra-La Calzada y Pamplona. Uno de los principales practicantes, en el norte de la Península de la policromía del “Romano”.
Buenos exponentes del arte de Diego de Araoz y su cambiante taller, en el que colaboraron entre 1556 y 1562 el riojano Juan de Padilla, los alaveses Andrés y Juan de Miñano, el guipuzcoano Diego Pérez de Mondragón y el castellano Francisco de Tello, son los estofados de los retablos mayores de Mendavia, Lapoblación y Piedramillera, obra esta última inconclusa a su muerte hacia 1575. Conocemos además sus intervenciones en el de Torralba, repintado en el Neoclasicismo, y en los de San Esteban de Aya y Nuestra Señora de Iciar en Guipúzcoa. Cabe añadir igualmente sus actividades en Vitoria, Logroño, Viana o Labraza y sus contactos con artistas de élite como su propio hermano Andrés, con quien colaboró en algunas obras, Arnao de Bruselas, Juan Ochoa de Arranotegui, Nicolás de Venero, Gaspar de Vitoria, Miguel de Latorre o Juan Padilla. Fue además un artista polifacético, ya que su competencia en el campo de la pintura se extendía a la policromía de estatuas pétreas, dorado y estofado de retablos y pinceladura de capillas, como lo atestiguan diversas tasaciones para las que fue requerido como perito.
Se puede afirmar que el pintor Diego de Araoz elevó en el segundo tercio del siglo XVI una artesanía como es la policromía al rango de arte en sus miniaturas, realizadas a punta de pincel, que recogen un amplio repertorio pagano de bichas, grutescos, colgantes, máscaras y candelabros y nos llevan a relacionar este período anterior al Concilio de Trento con el Renacimiento lombardo y en última instancia, con el tercer estilo romano-pompeyano y la “Domus Aurea” de Nerón.