AÑO NUEVO
AÑO NUEVO
Ritos tradicionales del comienzo del año fueron la recogida del agua lustral y las cuestaciones de alimentos. Los mozos de los valles noroccidentales (Baztán, Basaburúa, Imoz, Larráun, Burundi y Araquil) esperaban -y aún mantienen la costumbre algunas localidades- las campanadas de la medianoche junto a una fuente, recogían en jarras las primeras aguas del año y les llevaban la felicidad a los vecinos, recitando delante de cada puerta coplas (“Ur goiena, ur barrena “) y recibiendo un obsequio.
Los niños de Baztán, regata del Bidasoa y otras partes cantaban el primer día del año coplitas por la calle felicitando a los vecinos el “Urte berri”, recabando un donativo para la merienda.
En Azagra los “quintos” salían a rondar con música de gaita durante la noche de San Silvestre (31 diciembre) y el día siguiente. La noche vieja tuvo escaso relieve hasta tiempos recientes, en que se ha convertido en noche de cenas, cotillones y juergas de aspecto carnavalesco, en medios urbanos e incluso rurales.