ANDORRA, PRINCIPADO
ANDORRA, Principado
Su pequeño territorio pertenecía al condado de Urgel, incorporado a la monarquía franco-carolingia a finales del siglo VIII. Borrell, conde de Barcelona y Urgel, concedió ya (988) al obispo local ciertos derechos feudales sobre aquellos valles y esta donación fue ampliada luego (1133) por Armengol VI, conde de Urgel. Entre tanto, los prelados urgelitanos ya habían infendado algunas de sus prerrogativas a los vizcondes de Castellbó. Las posteriores fricciones entre las dos instancias señoriales, la episcopal y la vizcondel, se resolvieron finalmente por mediación del rey Pedro III de Aragón: el “pariatge” de Lérida (1278), ratificado dos años después, instauró un régimen de condominio indiviso. Aunque había quedado a salvo el vasallaje debido hasta entonces al obispo por parte del vizconde, los condes de Foix, señores de Castellbó, dejaron prácticamente sin efecto esa relación de dependencia feudal. La princesa navarra Leonor, viuda desde 1427 del conde Gastón de Foix, y sus nietos los reyes Francisco Febo y Catalina fueron, pues, “coseñores” de Andorra, donde ya se había constituido (1419) el “conseill” o consejo que con el tiempo encarnaría la representación de los valles. Cuando Fernando el Católico ocupó Navarra (1512) y también Castellbó, Andorra ya no se consideró vinculada a este vizcondado, sino directamente al condado de Foix. Consecuentemente, compartieron en adelante al principado, junto con los obispos de Seo de Urgel, los reyes de la Baja Navarra y, a través de ellos, los soberanos franceses desde Enrique IV (1589). Con todo, la incorporación a la Corona de Francia (1607 y 1620) de los antiguos señoríos de la dinastía de Foix-Albret-Navarra, no afectó a los “pariatges” ni al régimen tradicional andorrano.