ALGUACIL
ALGUACIL
En Navarra las funciones taurinas las presidió siempre una autoridad y, en las plazas de categoría, le auxiliaron personas denominadas en los documentos “alguacil mayor” y “alguaciles”. Es posible que al no disponerse con frecuencia de entrevallas o barreras, permanecieran montados a caballo dentro del ruedo y debajo del cadalso, o estrado presidencial.
Cabe señalar incontables citas donde, el “alguacil mayor de la Corte”, cobraba honorarios por su misión en las corridas de toros. En Navarra, a partir del segundo tercio del siglo XVII deja de consignarse y se precisa “alguaciles” o tenientes de justicia, con funciones idénticas a sus antecesores: despejo del ruedo, mantenimiento del orden, a veces recogida y entrega de llave del toril, comunicación de órdenes presidenciales y distribución de premios o sanciones en el transcurso de la corrida. La remuneración es escasa y se los cita en plural, con frecuencia tres y posteriormente dos.
Su indumentaria varió con arreglo a la correspondiente época, pero desde tiempo de Felipe IV (1621-1655), parece como si se hubiera parado en sus ropajes el reloj del tiempo y siguen utilizando los mismos trajes hasta la actualidad.