ALEJANDRÍA, PEDRO

ALEJANDRÍA, Pedro

(Pamplona, 1818 – 28.9.1875) Nacido en la Inclusa, tipo popular de vida extravagante y de iniciativas cuando menos infrecuentes, fue pregonero de segunda cesado por su conducta irregular (1853), nombrado de nuevo (1869) y destituido por reincidente “en una gran falta” (1875). En tres años (1852-55) fue detenido once veces por embriaguez, dos por abandonado, dos por falta de albergue conocido, y una por reincidente y “estar llamando la atención”. Según un informe (1855) del alcalde Barásoain, “observa y constantemente ha observado durante los años últimos una conducta depravadísima con la cual tiene escandalizada la población”, que le conocía en “estado habitual de embriaguez”. Fue gaitero y e iba por la ferias con una caseta en la que mostraba vistas de ciudades y paisajes. Al mismo tiempo fue conocido como el “Ruiseñor de la Rochapea” acaso por su ingenio, que hoy resulta chato y simple y obtuvo el permiso para abrir una imprenta (1863) en la que pensaba publicar “El Pamplonés”, periódico del que fue director, impresor, repartidor y vendedor. Publicó La cartera de Perico. Llena de mentiras, verdades, sandeces y necedades (1862), El Pamplonés. Guía de la ciudad y manual de curiosidad (1863), cuyo subtítulo era: Este librico, manual y guía lo hizo Perico Alejandría; Canciones de los quintos de las montañas de Navarra(1863), La cartera del rústico: costumbres populares de Navarra y su capital (1864), Noticia del Ilmo. Sr. D. Arnaldo de Barbazano, Obispo de Pamplona por espacio de 38 años (1865), Programa de los fuegos de pirotecnia civil (7.7.1866), El Pamplonés. Fiestas del año 1867 con las tablas de equivalencia de los pesos de Navarra, Castilla y el sistema decimal; Navarra jovial. Costumbres del siglo XIX(1868), La cartera de un navarro. Comodidad, utilidad e instrucción, que se presentaba como Manual indispensable en las oficinas y comercios de todas clases (1868). Prodigó versos y coplas populares en romance y vascuence, de musa lacia y temas locales, como en Cantares de las fuentes de Pamplona y sus arrabales, pliego en que apostilla la utilidad de las treinta y un fuentes de la ciudad (1871).