ADORATRICES
ADORATRICES
La primera comunidad navarra de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento se estableció en Pamplona en 1877, aunque la fundadora -la vizcondesa de Jorbalán- ya lo había intentado sin éxito en 1860. Se trata de una de las más importantes aportaciones españolas al movimiento fundacional de institutos femeninos de perfección de la segunda mitad del siglo XIX. Inicialmente, las adoratrices se dedicaron -y ésta fue una de sus primeras actividades en Pamplona- a la redención y recuperación de jóvenes de vida irregular. Luego ampliarían sus funciones a diversos aspectos de la formación femenina.