VERMES
VERMES
Denominación de las lombrices intestinales. Las que padecían los niños se han tratado con agua de hollín (muy generalizado), con una cucharada de aceite en ayunas por la mañana (Zona Media) y con gargantillas de ajos (Montaña).
En Esparza de Salazar cuidaban de partir cada diente de ajo en cuatro trozos y de ensartar un número impar de éstos, o bien recurrían a encender una cerilla y ponerla junto al ano para que fueran “saliendo las lombrices a la luz”. En Améscoa empleaban agua de hollín, agua de ajos (ajos majados en un vaso de agua dejado reposar al sereno) y pan tostado con ajos y anís. Las terapias empleadas en Izurdiaga se centraban en la infusión de la semilla de los rosales y en la leche hervida con ajos. De Martija de Jáuregui, curandera en Tierra Estella hacia 1570, se dice que pretendió en vano “que le haría salir las lombrices por las espaldas” a la hija del barbero de Cirauqui, a cuyo efecto le aplicó hojas de rábano “en las cuestas”.