VERBENA
Fam. Verbenáceas. Es una planta herbácea con tallos perennes cuadrangulares. Desarrolla espigas ramificadas con flores diminutas, casi regulares y de color azulado. Las hojas del tallo son opuestas y divididas en tres partes. Se encuentra en campos abandonados junto a los pueblos y en sotos, donde busca los suelos abonados y frescos.
Su empleo en medicina popular está muy extendido en toda Navarra. La infusión de las hojas o de la planta entera sin raíces se recomienda en catarros (Ilúrdoz), bronquitis (Puente la Reina), trastornos digestivos (Lecumberri), dolores de estómago (Morentin), otros dolores no demasiado fuertes y malestar general (Legaria), nerviosismo (Garralda), infecciones y sinusitis (Lecumberri), como depurativo de la sangre (Estella) y para “envenenamientos” (Leiza). En la Ribera oriental se ha recogido una receta a base de verbena, salvia y celidonia que, en forma de cocimiento, se administra a los tuberculosos.
La aplicación principal y más extendida es en uso externo, en forma de cataplasma o “tortilla” de las hojas o planta entera, frescas o desecadas, que a veces se dejan previamente durante la noche a remojo. Las cataplasmas se preparan batiendo una clara de huevo a punto de nieve y añadiendo la verbena finamente picada, dejándola reposar diez minutos y extendiendo la mezcla entre paños o gasas pero, más comúnmente, rehogando la verbena con un poco de aceite y añadiendo la clara de huevo batida a punto de nieve para hacer la “tortilla”, que se envuelve en un lienzo y se aplica, todavía caliente pero sin llegar a quemar, en la parte afectada.
Estas cataplasmas son eficaces en el tratamiento de golondrinos (Tudela), granos y forúnculos (Tafalla), “hinchazones” (Villanueva de Aézcoa), hematomas, contusiones (Vera de Bidasoa), flemones y heridas infectadas (Lecumberri), “clavo de pelotari” (Estella y Echalecu), sinusitis (Monreal, Tafalla, Arive y Echalecu), dolores reumáticos y articulares (Echalecu), afecciones de las vías respiratorias, anginas (Tafalla), catarros (Legaria, Lumbier, Ilúrdoz y Echalecu), bronquitis (Puente la Reina, Lecumberri y Vera de Bidasoa), pulmonías (Lumbier), tuberculosis (Legaria) e incluso pleuresía (Tafalla, Vera de Bidasoa y Echalecu).
En los casos de infección, flemones, sinusitis, etc., se asegura que los paños aparecen manchados porque “la saca al exterior”.
Muchas de las aplicaciones de uso interno se pueden justificar por sus propiedades analgésicas, sedantes, antiespasmódicas y expectorantes. Su influencia en las afecciones pulmonares es citada por algunos autores. Aunque a las hojas frescas se les reconoce acción rubefaciente, no figuran en la literatura científica aplicaciones de uso externo.