UNIÓN SINDICAL OBRERA
UNIÓN SINDICAL OBRERA
Representó la primera experiencia ambiciosa del movimiento obrero tras la guerra civil española. De ahí que, al consolidarse como organización sindical, sea un hito importante en la más reciente historia del sindicalismo español y navarro, incluida la caída y desaparición del sindicato vertical. Todo ello, por supuesto, sin dejar de lado el papel que juegan los sindicatos históricos (UGT, ELA, CNT) o los que, como USO, surgieron de nueva creación (CC.OO., fundamentalmente). USO a escala nacional nació en 1960. Al año siguiente redactó la Carta Fundacional, que no fue aprobada hasta 1965. En 1962 formó, junto con UGT y CNT, la Asociación Sindical Obrera (ASO). Por otra parte, USO y CC.OO. participaron activamente en las elecciones sindicales, utilizando instrumentos de la legalidad laboral franquista para intentar conseguir sus objetivos al amparo de dicha legalidad (UGT y CNT, sin embargo, defendieron y practicaron la postura contraria). Al fracasar los intentos de unidad sindical, la ASO se disolvió en 1965. En 1966, USO comenzó a desligarse de las primitivas CC.OO. en las que estaba participando desde tres años antes.
En Navarra el sindicato se organizó en 1967. Lo formaron personas procedentes, en su práctica totalidad, de movimientos de Acción Católica, fundamentalmente de la HOAC y de la JOC. En sus primeros años de actividad, y manteniendo todavía sus hombres vinculación con los movimientos de Acción Católica, estuvo unido a las CC.OO.
Respecto a su relación con UGT, antes apuntada, puede añadirse que, en 1966, USO integró en su seno al sindicato socialista (UGT) de Cataluña. Once años más tarde, en 1977, año de su legalización, y en un marco asimismo estatal, trabajó por una fusión con UGT que, al no fructificar, le llevó a una importante escisión a nivel nacional (no tanto a nivel de Navarra, donde puede decirse que no hubo transfuguismos sindicales) que provocó el trasvase de afiliados suyos a la UGT, incluido el del hasta entonces secretario general, Zubiaur. En plena crisis, en el transcurso de un Congreso Extraordinario en el que triunfó la línea que se defendía en Navarra, asumió la secretaría general del sindicato Manuel Zaguirre. A raíz de este proceso, uno de los fundadores del sindicato en Navarra, Txema Amigot, ocupó (1977-1978) la secretaría general de la USO de Euskadi (LSB-USO), que comprendía a Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya, toda vez que el hasta entonces secretario general abandonó USO para incorporarse a UGT.
La Unión Sindical Obrera se declaraba organización sindical libre y soberana; sindicato de clase que rechaza cualquier sistema social o económico que explote a los trabajadores; sindicato de masas que agrupa al máximo de trabajadores de todos los sectores de la producción; sindicato democrático; sindicato basado en la autonomía sindical; y sindicato unitario, pluralista e internacionalista. Entre sus objetivos figuran la defensa de los intereses económicos, sociales y profesionales de los trabajadores; el respeto y la defensa de los derechos sindicales; la protección y defensa de la salud; la garantía del puesto de trabajo y el pleno empleo; la formación de los trabajadores; la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer; la consecución de niveles retributivos dignos; y la estructura autonómica a nivel de las diferentes nacionalidades y regiones del Estado español.
Desde la legalización (1977) han sido secretarios generales provinciales Rafael Lacalle (1977), Juan Balda (1978), Ricardo Echandi (1979-1986), Eugenio Larráyoz (1986-1987) y, de nuevo, Ricardo Echandi (1988).
La representatividad que el sindicato ha alcanzado en Navarra, en las distintas elecciones sindicales celebradas, ha sido desigual. En las de 1978, y pese a que, como se ha dicho, no tuvo balas en sus filas cuando en octubre del año anterior se produjo la marcha, a nivel estatal, de muchos de sus afiliados a la UGT, no pasó del 4,70%, siendo la quinta fuerza sindical en el panorama foral. Proporcionalmente, la Merindad en la que mayor apoyo alcanzó fue la de Estella (segunda fuerza sindical). Cabe señalar que, en el conjunto global, dominó en el sector de la vid y tuvo una presencia muy relevante en el de Banca y Ahorro.
Dos años más tarde, en las elecciones de 1980, alcanzó una representatividad del 11,57% y pasó a convertirse en la segunda fuerza sindical de Navarra. Siguió contando con el apoyo de la Merindad de Estella (primera fuerza sindical) y alcanzó el primer puesto sindical en la ciudad de Pamplona y su cinturón industrial (dos años antes había figurado en quinto lugar). Los sectores en los que dominó con claridad fueron Alimentación, Banca y Ahorro.
Pero la buena estrella de USO comenzó a declinar. Frente a su proclamada independencia, las acusaciones, por ejemplo, de que el partido UCD trataba de captarlo como sindicato a su servicio, hicieron mella en las bases trabajadoras. Tras las elecciones de 1986, USO, que quedó como quinta fuerza sindical en Navarra, pasó a la marginalidad que supone el no haber logrado rebasar el listón psicológico de una representatividad del 10%. A finales de 1989 contaba con algo más de mil afiliados en toda Navarra.