TUDELA, MERINDAD
TUDELA, merindad
Situada al S de Navarra, limita al N con las Merindades de Olite y Sangüesa, al E y S con la provincia de Zaragoza y al O con La Rioja. Tiene una superficie de 1.530 km2, incluyendo en esta cifra la extensión de los 23 términos municipales que la integran y la de Las Bardenas Reales, y una población que en el censo de 1981 ascendía a 76.132 hab. de hecho; la densidad era, por consiguiente, de 49,8 hab/km2. La mayor parte del territorio pertenece a la cuenca sedimentaria continental-lacustre del Ebro -salvo una pequeña porción del municipio de Fitero, donde aflora el Mesozoico del Sistema Ibérico- y está formada por rocas detríticas finas (areniscas, arcillas, limos) y conglomerados junto al Sistema Ibérico, y por evaporitas (yesos) y calizas lacustres. En el N de la Merindad la estructura es plegada, continuación de la de las Merindades de Estella y Olite: anticlinales halocinéticos de Caparroso y Arguedas, separados por el sinclinal de Media Cuenca; la erosión diferencial los ha modelado en una serie de crestas yesosas separadas por valles o vallonadas paralelas; las terrazas sobrepuestas a los yesos están basculadas y hasta plegadas. La parte meridional de la merindad tiene estructura tabular (planas), tanto en el área de los Montes de Cierzo como en el S de las Bardenas Reales, donde se alcanzan los 646 m en la Plana de la Negra. Acompañando al Ebro y al curso bajo del Aragón, Queiles y Alhama hay una serie de terrazas fluviales escalonadas. El clima es de tipo mediterráneo-continental: inviernos fríos, veranos calurosos, precipitaciones escasas (350-500 mm) e intermensualmente mal distribuidas, cierzo frecuente e intenso y evapotranspiración potencial (de 700 a más de 800 mm anuales) y aridez grandes, sobre todo en los meses más calurosos del año. De ahí que desde el punto de vista geobotánico y agrológico pertenezca al mundo mediterráneo. Carrascales, coscojares y pinares de P. halepensis cubrirían casi todo el territorio; hoy están reducidos a unos pocos rodales de pino carrasco (Rada, Vedado de Eguaras, La Negra) y a matorrales termófilos y yermos xerofílicos allí donde la tierra no está cultivada. La repoblación forestal sólo ha tenido cierta importancia en Fitero, Arguedas y Valtierra, y se ha hecho principalmente con pino carrasco. La merindad de Tudela ha vivido y vive sobre todo de la agricultura. La de secano cerealista destaca en las Bardenas Reales y municipios circundantes, y la vitícola y olivarera en el área de los Montes de Cierzo y las riberas del Alhama y Queiles; durante los últimos decenios ha proliferado en los secanos el espárrago, antes únicamente cultivado en regadío. Tiene éste en la merindad gran extensión y peso socio-económico. Además de las acequias medievales derivadas del Aragón, Alhama y Queiles, pasan por su territorio los canales de Tauste, Imperial, Lodosa y las Bardenas. Maíz, forrajes y hortalizas diversas (tomate, pimiento, alcachofa) son los cultivos actualmente más destacados; los frutales no tienen tanta importancia como en otras zonas de la Depresión del Ebro, y la remolacha azucarera es sólo un pálido recuerdo del esplendor que alcanzó en la primera mitad de nuestro siglo XX. Salvo raras excepciones debidas a la industria o a la extensión alcanzada recientemente por el regadío, la población ha disminuido en los últimos 25 años. Los asentamientos humanos son grandes -la mayoría superan los 2.000 habitantes-, tienen una estructura compacta de tipo urbano y suele ocupar emplazamientos defensivos, en lo alto de un cerro o de un escarpe o a su pie, pero a la sombra de un castillo -hoy, naturalmente, en ruinas- dominante. El principal de todos es Tudela (24.629 habitantes en 1981), centro comarcal, industrial, administrativo y de otros varios servicios de toda la merindad, y en ciertos aspectos de otras tierras navarras, riojanas y aragonesas cercanas. (Ribera, merindad de la*).