TROAS, LOS
Taller familiar de escultores y ensambladores radicado en Estella, compuesto por cuatro miembros: Juan de Troas, mayor, su hijo Juan de Troas, menor, el primo de éste Julián de Troas y finalmente Pedro de Troas cuyo parentesco no está claro. Su apellido francés, castellanización de Troyes, se refiere claramente al origen de esta familia, que al igual que los Imberto, otra familia de artistas estelleses, proceden de Francia. Sus diferentes oficios artísticos cubren las necesidades del taller familiar.
Pedro de Troas
La primera fecha indicativa de la presencia de los Troas en Estella es el año de 1563 en el que Pedro de Troas se ofreció para realizar el retablo de San Juan de Estella, sin conseguirlo. Tiempo después intervendría en la tasación del mismo, continuando esta actividad en la estimación de la sillería de Allo (1589) y del retablo de Valtierra (1598). Como escultor llevó a cabo el retablo colateral de Igúzquiza en colaboración con Pedro de Gabiria II y en solitario realizó diversas obras para Dicastillo y el retablo de Lazagurría, el expositor de Asarta y unas esculturas para Etayo.
Juan de Troas Menor
Es el miembro más activo del taller familiar, aunque su vida debió ser corta, dejando como heredero al morir a su padre Juan de Troas mayor quien continuaría algunas de sus obras. En la documentación aparece como ensamblador, entallador y escultor. Entre su extensa obra documentada, desaparecida en parte, destacan los retablos de Learza y Cábrega que se conservan en la actualidad. En el primero la presencia de motivos ornamentales en “madera y pintura” de las pilastras, lo relaciona con el similar gusto decorativo de los retablos de Iturgoyen y Azcona, obra de Martín de Morgota. La tónica general de su escultura es de cierta rudeza, quedando al margen de esta apreciación algunas tallas como la de San Antón. El retablo de Cábrega fue terminado tras la muerte de Juan de Troas Menor.
Julián de Troas
De oficio escultor, será el encargado de resolver las obras que había dejado pendientes su primo Juan. En el caso de Cábrega, entrega algunas figuras que faltaban y las asienta en el retablo. No obstante, Bernabé Imberto en la tasación propuso la reforma del retablo presentando una traza que enmendaba algunos errores y pidiendo que no se adjudicaran las obras a los herederos de Juan de Troas, a los que negaba aptitud. La traza firmada por Bernabé Imberto se conserva, señalándose en ella la iconografía que sigue el retablo con pequeñas variantes. Julián cobró algunas cantidades en Ayegui por el expositor que había realizado Juan.
Bibliografía
M. C. García Gaínza, La escultura romanista en Navarra. (Pamplona, 1969), p. 231-236. T. Biurrun, La escultura religiosa y Bellas Artes en Navarra durante la época del Renacimiento (Pamplona 1935), p. 166-168.