TERESA GIL DE VIDAURRE
TERESA GIL DE VIDAURRE
Dama navarra, con la que Jaime el Conquistador, viudo de Violante de Hungría, su segunda esposa, tuvo dos hijos: Jaime y Pedro. El rey le dio palabra de matrimonio, pero no la cumplió. Ella acudió a Roma en apelación y en la travesía fue hecha prisionera por unos piratas, de los que la rescató S. Pedro Nolasco. Doña Teresa fue atacada de lepra, y el rey pidió la separación, que el Papa Clemente IV negó (1266). Ella decidió retirarse, fundó en la Zaidía, -donación del rey (1260)- un monasterio cisterciense, y en él murió hacia 1280. Sepultada en el altar mayor, obró prodigios, al decir de los devotos, y en 1655 encontraron su cuerpo incorrupto, estado que volvió a verificarse a fines del XVIII. José Zalba le dedicó una semblanza, Una dama navarra. Reina, esclava ¿y milagrosa?, “”, XVI (1926), 84-90.