TARAZONA
TARAZONA
Hasta el arreglo diocesano de 1956 territorios de Navarra estaban bajo la jurisdicción de la mitra de Tarazona. Desde que el Concordato de 1851 suprimió la diócesis de Tudela, los obispos de Tarazona eran Administradores Apostólicos de Tudela (1858).
Tarazona perteneció los primeros siglos de su existencia como diócesis a la metropolitana de Tarragona. Esta vinculación, herencia del periodo romano, continuó hasta el siglo XIV. En 1318 pasó a ser sufragánea de Zaragoza. Durante muchos años, el territorio diocesano incluía zonas de Navarra, Aragón, Rioja y Castilla la Vieja.
Existe datación de los primeros obispos por su firma en los concilios. En el siglo VIII, a causa de la invasión musulmana, se pierde la lista de obispos. Como tierra de frontera sufrió las consecuencias de los enfrentamientos entre los Reyes cristianos de Aragón y Castilla, siendo objeto de alternos dominios por parte de unos y otros, según se decidía en los acuerdos entre los soberanos cristianos. En 1137 Tarazona fue entregada a Ramón Berenguer, conde de Barcelona, según se estipuló en el tratado de Carrión. García V de Navarra se apoderó de la ciudad en dos ocasiones (1144 y 1150). Un acuerdo entre éste y el Conde de Barcelona hizo donación de la ciudad a Teresa, madre de Pedro Atarés, fundador del monasterio de Veruela. Teresa hizo donación de sus posesiones. Con ellas se inició la construcción de la catedral. La diócesis gozaba de una importante posición dentro de la Corona de Aragón. Su obispo ocupaba el segundo lugar en las Cortes del Reino.
Desde el punto de vista territorial, la diócesis ha conocido tres momentos a lo largo de su historia. Las luchas entre Alfonso VII de Castilla y su padrastro, Alfonso el Batallador, rey de Aragón, hicieron que viera disminuida su extensión. Alfonso VII donó las tierras de Calatayud al obispo de Sigüenza y tuvo intención de segregar las tierras de Ágreda y Alfaro en beneficio de los obispados de Osma y Burgos. Finalmente, en 1956 las tierras de la diócesis pertenecientes a Navarra, Soria, Rioja y algunas de Aragón salieron de su jurisdicción. En esa fecha la Administración Apostólica de Tudela pasó a Pamplona. Se integraron de esta forma en una misma jurisdicción eclesiástica los territorios de Navarra.
La diócesis tuvo obispos notables. Algunos obtuvieron la dignidad cardenalicia, manteniendo la administración apostólica de Tarazona. Tal es el caso de F. Pérez Calvillo (1397) y Pedro Férriz (1478-1495). Otros fueron creados cardenales en las diócesis a las que fueron promovidos, como J. Soldevilla (Zaragoza) e I. Gomá (Toledo). Con el obispo Cosme Marrodán se inició la serie de obispos de Tarazona administradores apostólicos de Tudela. A su muerte hizo donación de su biblioteca al Seminario. Fue obispo de Tarazona durante más de treinta años (1857-1888).
Un obispo reformador que se encargaría de poner en obra los decretos tridentinos fue Pedro Cerbuna. Fundó el seminario de Tarazona.
Dotó de estatutos a la Universidad de Zaragoza y convocó el Sínodo de 1593. La diócesis de Tarazona tenía cabildos en Tudela, Cascante y Corella. Los dos últimos estaban integrados por los sacerdotes de la ciudad. En Tudela tenía sede una de las tres vicarías de la diócesis; Fitero, Tulebras, Cascante, Cintruénigo, Corella, Monteagudo, eran algunas ciudades navarras pertenecientes al obispado de Tarazona.