SOBRARBE
SOBRARBE
Comarca histórica del alto Aragón. Comprendía todos los valles de la cabecera del río Cinca hasta las sierras de Campanúe y de Arbe, de la que pudo recibir su primitivo nombre (“Super Arbe”). Incluía, pues, entre otros menores, los valles de Broto, Bielsa y Gistáin y las localidades de Aiusa y Boltaña; Esta última conserva, al parecer, una referencia a la Terra Boletana, citada en textos del siglo VI. La pequeña región no configuró nunca un espacio político propio de oposición a los musulmanes y en el siglo X basculó probablemente entre el reino de Pamplona y el condado de Ribargorza; junto con este último fue encomendada (1035) por el rey Sancho Garcés III el Mayor a su hijo menor Gonzalo “rey de Sobrarbe y Ribagorza”. El territorio pasó luego (hacia 1045) a manos de Ramiro I y en adelante quedó definitivamente integrado en la monarquía aragonesa.
El mito de los supuestos “fueros de Sobrarbe”, derivado quizá de una torcida interpretación del preámbulo histórico del Fuero General de Navarra y de una versión manipulada de la carta puebla de Tudela, tuvo su primer desarrollo legendario en una perdida compilación del legista aragonés del siglo XIV, Martín Sagarra, y a través de las crónicas del príncipe Carlos de Viana, Pere Tomic y otras, alcanzó su máxima exaltación en los “Comentarios sobre los asuntos de Aragón” (1588) de Jerónimo de Blancas.
Bibliografía
J. Lalinde Abadía, Los fueros de Aragón, 2ª ed, (Zaragoza, 1978).