SINDICATO UNITARIO
SINDICATO UNITARIO
Al igual que la CSUT, es hijo de una escisión surgida en el seno de las Comisiones Obreras en la Asamblea Nacional celebrada en Barcelona en julio de 1976. Fue parte integrante de los promotores de la Central Sindical Obrera que se pretendió crear como alternativa al sindicato oficial del anterior régimen y a los sindicatos que estaban surgiendo o resurgiendo y que, en opinión de los “unitarios” no iban a conseguir otra cosa que la división del movimiento obrero y, en consecuencia, su debilitamiento frente al capital.
Sin embargo, mal ejemplo iban a dar a la clase obrera los “unitarios” o “asamblearios”, como ellos mismos se autodenominaban, ya que fricciones internas habían de crear dos corrientes irreconciliables, aunque no muy separadas sindicalmente: la ya citada CSUT y el SU. Si la primera aparecía vinculada al partido de los Trabajadores de España (PTE), el SU tenía detrás a la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT).
El Sindicato Unitario nacido de la escisión de CCOO tras la asamblea de Barcelona, que se ubicó en un local municipal situado en el número 16 de la calle Compañía, de Pamplona, se disolvió a comienzos de 1977. El 27 de febrero de dicho año se constituyó, en una reunión celebrada en el Seminario de Pamplona, una Promotora del Sindicato Unitario de Navarra en la que desde el primer momento hubo fuertes tensiones debido al control casi hegemónico de quienes habían de formar el SU. El 6 de marzo, estos sindicalistas mayoritarios intentaron boicotear la I Conferencia de Sindicatos Unitarios de Vallecas (Madrid). Al no conseguirlo, se proclamaron en promotora de Alcobendas (Madrid).
El 27 de marzo de 1977, en el Seminario de Pamplona, y pese a la prohibición gubernativa de celebrar la reunión, quedó constituido el Sindicato Unitario de Navarra, siendo elegidos secretarios primero y segundo Javier Colomo (miembro en aquel momento del comité provincial de la ORT) y Miguel Portillo, respectivamente.
Navarros fueron también, (y estuvieron en la asamblea de constitución), algunos de los principales dirigentes del sindicato a nivel estatal y del Movimiento Unitario de Parados que surgió desde el seno del sindicato (Ibarrola, San Martín, Urroz, etc.).
El SU, en unos momentos de confusión sindical, irrumpió con mucha fuerza en el panorama obrero navarro. En las primeras elecciones democráticas, comienzos de 1978, consiguió situarse como primera fuerza sindical (obtuvo el 13,03% de los delegados y sólo fue superado por el conjunto de los no afiliados, que alcanzaron el 43,48%), encontrando su mayor apoyo en Pamplona y su cinturón industrial (16,83%) y en la Merindad de Tafalla (31,32%). En el conjunto de Navarra, los sectores en los que destacó con claridad sobre el resto de las organizaciones sindicales fueron los de Papel y Textil, si bien obtuvo una presencia importante en otros como Alimentación, Construcción, Ganadería, Hostelería, Químicas, Madera, Metal y Transportes.
Sin embargo, y al igual que ocurrió con la CSUT, poco duró el ímpetu asambleario del sindicato. Los trabajadores, bien por desengaño, bien porque se imponía la realidad, le abandonaron a su suerte. En las elecciones de finales de 1990, el SU se convirtió en un sindicato meramente testimonial, con un 1,23% de representatividad.
El SU siguió perdiendo a sus afiliados hasta desaparecer poco después.