SEGURO AGRARIO
SEGURO AGRARIO
La actual estructura operativa del Seguro Agrario en España, se deriva de la aplicación de la Ley 87/1978 de 28 de diciembre de los Seguros Agrarios Combinados y del R.D. 2329/1979 de 14 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento por la aplicación de dicha Ley. El marco institucional que articula dicha legislación, hace partícipes en el Seguro Agrario, a la Administración Pública y al Sector Asegurador Privado, siendo la principal característica diferenciadora de estos Seguros la de estar altamente subvencionados en su contratación por la Administración.
La puesta en marcha de los correspondientes Planes Anuales de Seguro que prevé la referida Ley se inició en 1980, produciéndose a lo largo de los años siguientes un gran desarrollo cuantitativo y cualitativo de los seguros agrarios, que han permitido pasar de las 5 líneas de seguro iniciales en 8 cultivos amparados y 12 combinaciones de riesgos cubiertos, a las 36 líneas, 42 clases de cultivo y 158 combinaciones de riesgo que contempla el Plan de 1989.
La Administración Foral de Navarra ha estado desde el primer momento integrada en el nuevo contexto del seguro agrario. En el año 1979 y ante la inminencia de la puesta en marcha del correspondiente Plan Anual de Seguros, la Diputación Foral encargó por Acuerdo de 30 de noviembre de 1979, la elaboración del Plan de Seguros Agrarios Combinados para Navarra con la pretensión de que fuese parte integrante del Plan Nacional Anual de 1981. A esta acción siguieron otras como fue la de dotarse de una legislación básica y específica al respecto, aprobando el Parlamento de Navarra en 1982 a propuesta de la Diputación Foral, la Norma Reguladora de las Ayudas para Daños Catastróficos y Primas de Seguro en Agricultura y Ganadería de 30 de Marzo, que sigue siendo operativa en la actualidad. Creó así mismo el Servicio de Seguros Agrarios dentro del Organigrama del Departamento de Agricultura y por último y por citar sólo las acciones básicas más significativas estableció en 1988 un Convenio de Colaboración con la Entidad Estatal de Seguros Agrarios.
El fomento del seguro realizado en base al anterior, por el Gobierno de Navarra, que entre otras acciones subvenciona gran parte de las primas de seguro a pagar por los agricultores, unido a buen hacer de las Organizaciones agrarias y entidades Aseguradoras implicadas, ha dado a nuestro juicio resultados muy positivos tal como reflejan los cuadros y gráficos anexos, pudiendo concretarse que la práctica totalidad de los cultivos de Navarra se pueden asegurar contra la mayor parte de los riesgos naturales que les afectan (pedrisco, helada, viento, lluvia, sequía, etc.), y que se ha alcanzado un grado de penetración que en 1988 representaba más del 70% de la producción agrícola obtenida.
Es de esperar que la tendencia de aseguramiento se mantenga al alza en Navarra, pues el seguro agrario es el mejor medio para paliar las pérdidas ocasionadas en las producciones agrarias por los elementos naturales no controlables, pues cualquier otro sistema de asistencia de la Administración ante este tipo de perdidas, siempre será de difícil definición, nunca lo podrá considerar el agricultor como un derecho adquirido sino como una concesión y para la Administración constituirá una carga imprevista difícil de encajar en una consignación presupuestaria. En este sentido se manifestó en su día la FAO y a nuestro juicio esta filosofía sigue plenamente en vigor.