SAROBE, LOS
SAROBE, los
(Juan y Domingo). Maestros canteros, posiblemente hermanos, eran naturales de Anoeta (Guipúzcoa) y como tantos otros artistas vascos vinieron a Navarra durante el siglo XVI en busca de trabajo. Toda su labor se documenta en la merindad de Estella, figurando en los documentos como vecinos de Ayegui.
Sus obras más conocidas están en el monasterio de Santa María de Irache, cuyo claustro fue levantado en diversas etapas y por diversos maestros, lo cual se traduce en estilos diferentes. Comenzado por Martín de Oyarzabal, cantero guipuzcoano, en 1540, a su muerte, cinco años después, lo continuó su colaborador Juan de Aguirre. Las obras quedaron interrumpidas, volviendo de nuevo a ellas en 1574 bajo la dirección de los maestros Iñigo y Otolora. Entre los canteros figuraban Domingo de Irategui, muerto antes de 1578, y Juan Sarbe, quien se independizó de la viuda de este último y, a partir de 1583, en compañía de Juan de Bulano, construyó las bóvedas hasta su terminación en 1586.
Inmediatamente inició las galerías del sobreclaustro y ya estaban concluidas en 1589. La arquitectura del claustro es plateresca, con estructuras todavía góticas y estilo decorativo a lo romano que evoluciona hacia un romanismo de formas clásicas; en cambio, en el sobreclaustro se avanza hacia formas manieristas con decoración de carácter geométrico.
En la propia ciudad de Estella y para la parroquia de San Juan Bautista, Domingo Sarobe, y Domingo de Larrañaga realizaron a partir de 1590 una sacristía. Otras intervenciones se señalan en pequeñas localidades como Zubielqui, (Allín), donde Domingo Sarobe levantó el cuerpo de campanas de la parroquia de La Asunción, a partir de 1590, y, en este mismo valle, en Artavia, los dos canteros ya indicados construyeron un puente de amplio arco de medio punto, que vino a sustituir a otro medieval, arrasado por las crecidas del río. Fuera de las fronteras navarras, Juan Sarobe concertó la obra de la torre de Oyarzun en 1584.