SANCHO ABARCA
SANCHO ABARCA
Antiguo castillo medieval; estuvo situado en territorio de la Bardena, en el límite fronterizo de Aragón, por la parte de Tauste. Según tradición fue edificado por el rey navarro que le dio su nombre, el año 985. En 1277 Pedro Ximénez de Rada, caballero, prestó homenaje a la reina doña Juana, como gobernador de la fortaleza. Más tarde, en 1290 era alcaide Lope Álvarez de Rada, que aumentó la guarnición en seis hombres “por razón de la guerra”.
En 1304 se rehicieron los arcos de la casa y capilla, que se hundieron con parte del muro, y se hicieron obras en la torre mayor. Cinco años después, se reparó y cubrió la cisterna. Aparece como alcaide en 1310 Aznar Iñiguez, con una retenencia de 10 libras y 50 cahíces de trigo. Poco después, en 1314, se rehizo un palacio que se hundió, y se repararon los techos. En 1328 tenía el alcaidío Mateo Sallent y diez años más tarde Remón de Mauleón, que percibía derechos del carbón que se hacía en la Bardena. Pero Andreo, mazonero de las obras reales, cobró 75 liras (1357) por las obras que hizo en el castillo. Dos años después, proseguían las obras de reparación, a cargo del carpintero moro Zalema Alpulient.
Parece que en 1360 hubo alguna tentativa de entregar el castillo por trato o traición. El infante don Luis ordenó al merino que indagase por todos los medios quiénes planearon la acción, y los apresara. Con tal motivo, se aumentó la guarnición de 8 a 20 hombres y se compraron 8 ballestas nuevas con sus cintos y otros tantos paveses. Tenía el castillo a la sazón Ojer de Mauleón. El año siguiente, Carlos II confió la guarda a Martín Paulet, al que pronto sucedió Martín Cajal, escudero. En 1363 se hicieron nuevas obras, aprobadas por maese Alpulient. El alcaide percibía en 1370 un salario de 40 sueldos por la guarda del carbón y herbaje de la Bardena. Nuevas reparaciones fueron mandadas pagar en 1378.
Carlos III nombró alcaide en 1387 a Bibiot de Agramont, al que sucedió hacia 1398 Rodrigo de Falces. Más tarde, en 1403, el mismo rey nombró a Pero Martínez Cajal, hijo de Martín Cajal, que seguía en el puesto en 1425, año en el que el mazonero Juan Dreza realizó obras por importe de 100 florines. En 1430, reinando ya Blanca y Juan II, guardaba el castillo Pero Ximénez Navarro, justicia de Fustiñana, al cual sucedió en 1439 García López de Caparroso, cuando menos hasta 1445, según las cuentas. En 1451 aparece como alcaide un tal Esteban de Villava, y al año siguiente fue nombrado Juan de Aguirre, con 8 libras y 40 cahíces de asignación, que llevó a cabo obras nada más tomar posesión. Continuaba en 1464. El último alcaide del que hay noticia fue Pedro de Carcastillo, en 1494. El castillo fue mandado derribar, junto con otras fortalezas navarras, a raíz de la conquista del Reino por Fernando el Católico. Parece que la demolición fue en 1516.