SAN MARTÍN
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Concejo del Valle y Municipio de Améscoa Baja.
Partido Judicial: Estella.
Merindad: Estella.
Comarca: Améscoas.
Población 1986: 125 habitantes de hecho, 129 de derecho.
Distancia a Pamplona: 63 km.
Comunicaciones: Carretera local que enlaza en Olazagutía con la general N-240, Pamplona-Vitoria y cerca de Estella con la comarcal NA-132, Estella-Tafalla-Sangüesa.
Geografía
Situado a la izquierda del río Uyarra. El término confina al N con el monte común de las Améscoas, al E con Zudaire y Barándano, y al O con Ecala. Realizada la concentración parcelaria (1969): 114 Ha, 39 propietarios, 489 parcelas antes y 88 después. Comunes, 187 Ha (159 de monte maderable, 25 de pastos, 4 de secano), y propios, 2 Ha (pastos).
Antiguo lugar de señorío realengo cuya pecha anual debía de estar comprendida en la establecida para todo el valle de Améscoa (Baja), 900 sueldos en 1280. Su iglesia parece que estaba vinculada hacia 1268 a la familia de Gonzalo Ibáñez de Baztán.
A fines del s. XVIII la parroquia estaba servida por un abad, dos beneficiados, dos capellanes y un sacristán sacerdote; contaba el lugar con administración de tabaco. En 1847 había escuela, dotada con 1.200 reales; el abad era de presentación vecinal y sólo quedaba un beneficiado, cuya presentación correspondía al rey o al abad de la parroquia, según el mes en que se diera la vacante. Algunos vecinos se dedicaban al carboneo, otros a hacer tablazón y los más a la agricultura y la ganadería.
A principios del siglo XX se constituyó una Caja rural.
Palacio
Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino y en el rolde de remisionados de cuarteles el año 1513. Lo mismo que el de Ecala, pertenecía en 1567 a Diego Ramírez de Baquedano, el cual demostró ante el Real Consejo que ambos eran de cabo de armería, en pleito contra los jurados de Améscoa. En 1683 obtuvo nueva sentencia confirmatoria de sus prerrogativas don Diego Ramírez de Baquedano, quien se titulaba a la sazón cabo de linaje de los Baquedanos. En el siglo XVIII pertenecían al marqués de Andía, título creado en 1695 en la persona del ya citado don Diego de Baquedano y López de Arcaya.
En 1802 conservaba el palacio su alta torre, y por su calidad poseía en la iglesia del lugar “asiento preferente y escudo de armas con tres barras o bandas, en el lado del Evangelio”.
Arte
La Parroquia de San Martín es un edificio gótico-renacentista, aunque con anterioridad existió otro románico a juzgar por los relieves de figuras humanas que se reutilizan en los exteriores de la actual cabecera o se conservan en el baptisterio y el capitel con San Martín y dos campesinos, hoy depositado en el Museo Diocesano de Pamplona. Por causas desconocidas, la iglesia se reconstruye totalmente en el siglo XVI, algunas de las obras sabemos que fueron realizadas por Domingo de Larrañaga a partir de 1573, en concreto la cabecera, el campanario y su escalera de caracol, más las dos portadas de medio punto con potentes dovelas existentes en los laterales. Esta fábrica se reduce a una nave única, aunque espaciosa, con una cabecera recta más estrecha, cubriéndose aquélla con dos amplias bóvedas de terceletes; sus nervios descargan en unas ménsulas poligonales, típicamente platerescas, enriquecidas a base de rosetas, bolas y figuras animalísticas. Contemporánea de la iglesia es la sacristía, estancia de planta cuadrada y bóveda de crucería que se adosa por el lado de la Epístola.
Al exterior el templo resulta impresionante, concibiéndose como un gran bloque de cantería, cuya cabecera adopta una forma poligonal al macizarse los ángulos existentes entre ella y las esquinas de la nave. Junto a los pies se eleva una torre con sencillo cuerpo de campanas de disposición cúbica, abierto en medios puntos en cada uno de sus frentes. El vecino pórtico, que abarca parte del lado del Evangelio, es una construcción del siglo XVII, posiblemente efectuada por el cantero Domingo de Garmendia, antes de 1632.
Preside el interior del templo un retablo mayor trazado en 1671 por el maestro Gil de Iriarte. Obra barroca temprana, presenta una ordenada arquitectura, aunque aparatosamente decorada por abultados motivos vegetales; comprende dos cuerpos con columnas de estrías ondeantes, definiendo tres calles más ático curvo articulado por machones. Pinturas de la época, de estilo popular, con representaciones de la Pasión, la vida de la Virgen y diversos santos se reparten tanto por el banco como por las calles laterales, reservándose la central a la talla del titular y un Calvario, también del último cuarto del siglo XVII. Los retablos colaterales del Corazón de Jesús y la Inmaculada son rococós de la segunda mitad del XVIII. Dentro del tesoro parroquial sobresale una magnífica cruz procesional de plata, obra de muy principios del siglo XVI labrada en Estella, según acredita el punzón de esta ciudad. De esquema goticista, presenta brazos florenzados y crucero cuadrado, recorriendo su perímetro una crestería de hojarasca, también de inspiración gótica, aunque las superficies de brazos y crucero reciben una decoración repujada “a candelieri”, propia de un estilo plateresco incipiente. El anverso luce un Crucificado entre los símbolos de los Evangelistas y bajo dosel de rica tracería gótica, mientras que el reverso tiene una figura del Salvador, flanqueada por la Virgen y San Juan, más el Pelícano y Lázaro resucitado. También se localiza en el casco urbano la Ermita de la Virgen de la Misericordia, construcción rectangular de origen medieval, aunque rehecha en el siglo XVI. Su antigua titular es una Virgen sedente con el Niño tallada en madera de tejo sin policromar, obra gótica del siglo XIV de finos rasgos, si bien desmerece por estar parcialmente mutilada. Hay otra Virgen de la Misericordia, talla del segundo tercio del siglo XVI. A comienzos de esta centuria pertenece la imagen de San Bricio, procedente de su desaparecida ermita, aún gótica con influencias flamencas.
Arquitectura civil
En el caserío de esta población destacan diversos inmuebles con blasones de los siglos XVI y XVIII y muy especialmente la fortaleza de San Martín, relacionada con el ilustre linaje de los Baquedano. Levantada a comienzos del siglo XV, conserva una gran torre de sillar y parte de la muralla y de sus torreones cilíndricos.
Esparcimiento
Las fiestas patronales en honor de San Martín se celebran el 1 de noviembre.