SAN JUAN DE LA PEÑA
SAN JUAN DE LA PEÑA
Fue el monasterio benedictino que en el ámbito del antiguo condado de Aragón alcanzó durante el siglo XI mayor notoriedad y desarrolló un dominio de mayor extensión. Aparte de otras dependencias en Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y la periferia de Nájera, bajo los monarcas de Pamplona obtuvo importantes posesiones en territorio propiamente navarro: la villa de Zarapuz (antes de 1060) con su iglesia y un hospital de peregrinos; las iglesias de San Pedro de la Rúa (1090), San Nicolás, Santo Sepulcro y San Miguel de Estella; el “monasteriolo” de Santiago de Laquidáin (1048), la iglesia de Santa María de Artajona (1070) y la villa de Úcar (1077) con su iglesia (1107) que enajenó en 1382; Santiago de Aibar (antes de 1096) y Santa María de Lecinosa en Eslava (1077); Santa María de Necuesa (1094), entregada en 1256 a la catedral de Pamplona; la villa de Lazagurría (1027), hipotecada a Sancho VII el Fuerte (1216), pero conservando la iglesia; la iglesia de San Tirso de Oteiza; y diversas heredades en Cogullo, Villatuerta, Arbeiza, Zubielqui, Orcoyen y Sada.