SAN BLAS
SAN BLAS
(3 de febrero). Abogado protector de la garganta, con numerosas ermitas. Día en que se llevaban a las iglesias alimentos para personas y ganado, con el fin de bendecirlos. Solía ponerse en una cesta un poco de fruta, alubias, garbanzos, ajos, azúcar, sal, chocolate, maíz, cebada, etc.
Los monjes de Azuelo bendecían en esa jornada, durante el siglo XVIII, “pan y alholva”. Continuando una antigua tradición, en la parroquia pamplonesa de San Nicolás, donde radica la cofradía de clérigos de San Blas, fundada en 1339, celebran solemne procesión con la imagen del Santo y bendición de alimentos en el atrio; allí se instala un mercadillo de roscos, rosquillas, piperropiles y otros comestibles. Los alimentos bendecidos preservan la garganta de todo mal.
Lodosa celebra las fiestas chiquitas durante cuatro días: “San Blas, San Blasilo, Santa Águeda y Santa Aguedacha, que las fiestas despacha”. Los cofrades adornan las andas del Patrón con grandes roscos. En la iglesia bendicen comestibles; hasta época reciente se llevaban los animales delante de la iglesia, adornados con cintas y roscones; el párroco los bendecía desde un balcón.