ROSAL SILVESTRE
Fam. Rosáceas. Es un arbusto de hasta tres metros de altura con ramas flexibles provistas de aguijones recurvados y punzantes. Las hojas están formadas por varios pares de hojitas y foliolo impar en el ápice. El pecíolo se acompaña de dos hojuelas en su base. Cada foliola tiene forma oval elíptica y borde aserrado. Son más o menos glabras o peludas. Las flores son de color rosa o blanco y presentan una zona ensanchada en forma de urna y sobre ella cinco sépalos divididos y reflejos cuando la flor se marchita. Tienen cinco pétalos ensanchados en el ápice y libres y numerosos estambres. Dentro de la urna se forman las semillas, dando un fruto grueso de color rojo en la madurez, el cinarrodón, conocido popularmente como tapaculos o escaramujos. Dentro del fruto, entre las semillas, aparecen unos pelitos que en contacto con la piel producen una fuerte comezón y se llaman vulgarmente picapica. Las rosas más frecuentes en Navarra son las del grupo de la (R. canina) y (R. rubiginosa). Están repartidas por gran parte de la Provincia. Otras rosas como la (R. tomentosa) quedan situadas preferentemente en los valles templados de la Navarra húmeda. Algo similar ocurre con la (R. arvensis). La (R. sempervirens) se comporta como un elemento termófilo. Lo contrario sucede con la (R. pendulina) que busca los enclaves pedregosos de la alta montaña.
En toda Navarra se emplea, en uso externo, la infusión de los pétalos de las flores en el tratamiento de la conjuntivitis, que en los valles pirenaicos citan como “mal de ojo”. En uso interno se utilizan los frutos, ingeridos, en mermelada o, más comúnmente, macerados en anís hasta que éste adquiere color rojo, como antidiarreico (uso generalizado); los frutos cocidos se recomiendan para el tratamiento del reuma (Aibar) y, en mermelada, para curar los catarros (Tafalla). Todas estas aplicaciones, salvo como antirreumático, se recogen en la literatura científica.