ROBLE
Fam. Fagáceas. El roble pedunculado o aritza es una de las especies forestales nobles que poblaron en bosque denso los valles húmedos de la Montaña Navarra. Este árbol caducifolio puede alcanzar hasta 45 m de altura. Sus hojas son glabras y de contorno oboval, recortado en 5 a 7 pares de lóbulos. En la base presenta unas características aurículas que dan paso a un corto peciolo de menos de 5 mm de longitud. Las bellotas están mantenidas por largos pedúnculos de ahí el nombre de roble pedunculado (Q. pedunculata) con el que también es conocido. El roble pedunculado desarrolla bajo su sotobosque un suelo profundo y acidificado. La tendencia al encharcamiento de estos suelos es un hecho común en los fondos de valle. Excepcionalmente se instala por encima de los 600-700 m, dando paso en esa altitud a los hayedos o en las solanas con suelo arenoso, al ametza, (Q. pyrenaica). En ocasiones entra en contacto con el (Q. petraea) y el abedul, (S. celtiberica), y frecuentemente con el aliso, (Alnus glutinosa). Los extensos bosques que en los valles del Baztán, Ulzama y Burunda-Barranca existían antaño, fueron esquilmados en los últimos siglos. Quedan en Navarra los restos de unos bosques con árboles majestuosos, hoy transformados en pequeños robledales y bosquetes con ejemplares frecuentemente desmochados. Los escasos árboles añosos con fuste erecto y poderoso que han escapado a la tala desconsiderada, se encuentran dispersos en parajes poco frecuentados.
En la Navarra Húmeda del noroeste se emplea el cocimiento de la corteza como antidiarreico y, en uso externo, en el tratamiento de hemorroides, eczemas y dermatosis. En Fitero recomiendan el cocimiento del tronco de (Quercus coccifera L.) (coscoja o carrasquilla) en la afonía y afecciones de garganta. Las aplicaciones citadas para el roble se recogen en la literatura científica.